La línea entre los movimientos robóticos y humanos es cada vez más borrosa. En la Universidad de California en San Diego, un equipo de investigadores ha desarrollado una IA capaz de enseñar a los robots a bailar el vals (y mucho más), abriendo nuevas perspectivas en la robótica masiva.
La danza de los robots: del vals al combate
Hasta la fecha, los movimientos más suaves de los robots, como las espectaculares acrobacias de Boston Dynamics, eran secuencias preprogramadas y limitadas. Pero Peng Xuanbin y su equipoUniversidad de California, San Diego están cambiando las reglas del juego con excuerpo2, un sistema de inteligencia artificial que permite a los robots copiar y replicar los movimientos humanos de forma natural. Mientras tanto Voy a vincular la búsqueda aquí, luego te lo contaré.
Por supuesto, la innovación de ExBody2 no se limita al baile. El sistema permite a los robots realizar una amplia gama de movimientos, desde simples caminatas hasta complejas secuencias de vals e incluso movimientos de lucha. ¿La clave del éxito? Un enfoque que explota la similitud entre la estructura física de los robots humanoides y la del cuerpo humano.
Dado que los robots humanoides comparten una estructura física similar a la nuestra, tiene sentido aprovechar la enorme cantidad de datos sobre movimientos humanos que ya están disponibles. Al aprender a imitar este tipo de movimiento, el robot puede adquirir rápidamente una amplia gama de comportamientos similares a los humanos. Esto significa que cualquier cosa que los humanos puedan hacer, el robot puede aprender a hacerlo.
La base de datos de movimientos
El equipo creó una base de datos completa de acciones que podría realizar un robot humanoide. Este archivo incluye grabaciones de captura de movimiento de cientos de voluntarios humanos, recopiladas en proyectos de investigación anteriores. Estos son los datos que formaron la base del aprendizaje del robot.
Aprendizaje por refuerzo
Para enseñar a un robot humanoide simulado cómo moverse, los investigadores utilizaron el aprendizaje por refuerzo. En este proceso, la IA recibe un ejemplo de un movimiento correcto y luego debe aprender a replicarlo mediante prueba y error. El proceso se llevó a cabo en dos etapas: primero con acceso completo a los datos del robot virtual y luego usando solo los datos que estarían disponibles en el mundo real.
Vals virtual, vals real
Después del entrenamiento en la base de datos, ExBody2 fue puesto a prueba en dos robots humanoides comerciales diferentes. Los resultados fueron sorprendentes: el sistema fue capaz de combinar con fluidez movimientos simples como caminar en línea recta y ponerse en cuclillas, pero también realizar movimientos más complejos como una rutina de baile de 40 segundos, lanzar puñetazos y, por supuesto, bailar un vals con un humano. pareja. ¿El plus adquirido? Coordinación. como el explica Peng:
Los robots humanoides funcionan mejor cuando coordinan todas sus extremidades y articulaciones. Muchas tareas y movimientos requieren que brazos, piernas y torso trabajen sincronizados, y la coordinación de todo el cuerpo amplía enormemente las capacidades del robot.
¿Qué implica este desarrollo?
El estudio de la Universidad de San Diego abre nuevas perspectivas en el campo de la robótica humanoide y de la encarnación en general. La capacidad de aprender y replicar movimientos humanos complejos no es sólo una demostración tecnológica interesante, sino que podría tener aplicaciones prácticas en muchas industrias, desde la atención médica hasta el entretenimiento.
Ahora estamos bailando de verdad: el vals es sólo el comienzo. La tecnología desarrollada por Peng y su equipo podría aplicarse a cualquier tipo de movimiento humano. En un futuro próximo veremos robots que se mueven de forma cada vez más natural y fluida en todo tipo de situaciones, cada vez más capaces de interactuar de forma natural con nuestro mundo.