Había algo inusual en el suelo que los arqueólogos estaban excavando, pero nadie podría haber predicho lo que los drones revelarían desde arriba. Dmanisis Gora, la fortaleza de la Edad del Bronce situada en el Cáucaso, no era sólo una construcción defensiva: era una enorme ciudad fortificada, cuyas murallas se extendían a lo largo de más de un kilómetro.
Es un descubrimiento que cambia nuestra comprensión de la urbanización prehistórica y demuestra cómo la tecnología moderna puede reescribir la historia.
Un misterio enterrado en el tiempo
Cuando el equipo de arqueólogos llegó por primera vez a las colinas de Georgia, el sol de verano iluminaba sólo fragmentos de muros de piedra. La zona parecía una de las muchas ruinas esparcidas por el Cáucaso, pero había algo inusual: la disposición de los restos no coincidía con las dimensiones de las fortalezas típicas de la época. La verdadera revelación, detallada en este estudio publicado hace tres días el Antigüedad, meses después, llegó el otoño siguiente.
Con la hierba seca y el suelo más visible, quedó claro que los muros no estaban aislados: otras estructuras emergieron del suelo, delineando lo que parecía ser un asentamiento mucho más grande. Era sólo el principio.
Una fortaleza y una tecnología reescriben el pasado
Sabiendo que no podían documentar todo desde tierra, el equipo decidió confiar en drones. Se tomaron casi 11.000 imágenes aéreas que luego se ensamblaron para crear modelos digitales del sitio. ¿El resultado? Una fortaleza 40 veces más grande de lo imaginado. No se trataba sólo de una plaza defensiva, sino de un conjunto urbano con un gran asentamiento exterior, delimitado por murallas de más de un kilómetro de longitud.
A continuación, las imágenes se compararon con fotografías de satélites espías de la Guerra Fría, desclasificadas en 2013. Una comparación que no sólo confirmó la antigua grandeza de la fortaleza, sino que también reveló el impacto de las modernas actividades agrícolas, que con el tiempo han erosionado parte del sitio.
Una antigua ciudad fortaleza entre guerras y pastores.
Los estudiosos plantean la hipótesis de que Dmanisis Gora era un cruce de caminos estratégico para las poblaciones nómadas de la región. Su ubicación en las montañas del Cáucaso lo hacía ideal para el comercio y la defensa, pero también para un fenómeno rara vez documentado en la Edad del Bronce: la urbanización estacional.
Secondo Nathaniel Erb-Satullo, arqueólogo de Instituto Forense de Cranfield, la fortaleza puede haber sido un centro que creció y se redujo debido a los movimientos de las poblaciones de pastores, que se asentaron en los meses más fríos y se trasladaron a otros lugares en el verano. Este modelo de urbanización dinámica ofrece una nueva perspectiva sobre los asentamientos de la época.
El futuro de la investigación
Ahora los arqueólogos quieren profundizar en la vida dentro de la fortaleza: ¿cuántas personas vivían allí? ¿Cómo se mantuvieron económicamente? A través del estudio de los restos agrícolas, la distribución de las viviendas y las rutas de los pastores, esperan reconstruir la forma en que vivió y se transformó con el tiempo esta antigua ciudad.
Este descubrimiento es otro ejemplo más de cómo la tecnología moderna, desde drones hasta imágenes satelitales, puede sacar a la luz ciudades olvidadas y revelar la dinámica urbana de hace miles de años.
Ocurrió también en el amazonas, y en el centro Europa, con resultados sorprendentes. Quizás en el Cáucaso todavía haya otras fortalezas enterradas esperando a ser descubiertas.