En Cerro Pachón, a 2.700 metros sobre el nivel del mar en el desierto chileno, algo extraordinario está a punto de entrar en funcionamiento. El Vera rubin No es sólo un observatorio: es una ventana al universo tecnológicamente avanzada, lista para mostrarnos lo que ningún instrumento ha podido ver antes.
Una vista sin precedentes
La característica más impresionante del Vera Rubin es su cámara digital de 3.200 megapíxeles, el más grande jamás construido para la astronomía. Con el tamaño de un coche y un peso de 3.000 kilogramos, este instrumento es el verdadero corazón del observatorio.
En una sola exposición de 30 segundos, Vera C. Rubin puede capturar detalles de más de 100.000 galaxias, muchas de las cuales son invisibles para otros instrumentos. La sensibilidad es tan alta que, en teoría, podría detectar una pelota de golf a una distancia de 24 kilómetros.
El área de cielo recorrida en cada toma equivale aproximadamente a 40 veces la superficie de la luna llena, un campo de visión sin precedentes para un telescopio de esta potencia.
Vera Rubin, diseño innovador al servicio de la ciencia
El diseño óptico del Vera Rubin destaca por su configuración de tres espejos. como el explica Sandrine Tomás, subdirector de construcción del observatorio, el espejo primario está compuesto por dos superficies con curvaturas diferentes.
La sección exterior, de 8,4 metros de ancho, capta la luz de las profundidades del cosmos y la refleja en un espejo secundario de 3,4 metros situado encima. Luego, la luz rebota en la sección interna del primario, que actúa como espejo terciario, antes de llegar a la cámara.
Esta configuración compacta permite que el telescopio sea potente y ágil, moviéndose rápidamente para capturar alrededor de 1.000 imágenes cada noche.
Un río de datos llega desde el cosmos
Cada tarde, El Vera Rubin generará aproximadamente 20 terabytes de datos que se transmitirán mediante cables de fibra óptica a centros informáticos de todo el mundo.. como explica Anaïs Möller de la Swinburne University of Technology, estos datos se analizarán utilizando técnicas de aprendizaje automático para identificar fenómenos interesantes.
el observatorio debería detectar alrededor de 10 millones de cambios en el cielo cada noche. Tendremos actualizaciones "en tiempo real" sobre eventos como explosiones de supernovas, fusiones estelares o el paso de objetos masivos por delante de otros cuerpos celestes.
Un nuevo capítulo en la exploración del sistema solar
Vera Rubin, en esencia, promete revolucionar por completo nuestra comprensión del sistema solar. Se espera que aumentará el número de asteroides y cometas conocidos en un factor de entre 10 y 100, con especial atención a los objetos potencialmente peligrosos para la Tierra (por el momento sabemos que No tendremos ningún problema durante los próximos 1000 años., quién sabe más tarde).
Por otra parte, catalogará 40.000 nuevos cuerpos helados en el Cinturón de Kuiper, una región aún en gran parte inexplorada más allá de la órbita de Neptuno. Estos descubrimientos ayudarán a los científicos a comprender mejor la estructura y la historia de nuestro sistema solar. Pero eso no es todo.
La búsqueda de la materia oscura
Una de las misiones más ambiciosas del observatorio es el estudio de materia oscura. La Vera Rubin mapeará aproximadamente 20 mil millones de galaxias previamente desconocidas, rastreando su disposición en las estructuras filamentosas conocidas como red cósmica.
Ven sottolinea Christian Aganzé dell 'Universidad Stanford, el entusiasmo de la comunidad astronómica por este instrumento es unánime. La distribución de las galaxias en la red cósmica está directamente influenciada por la atracción gravitacional de la materia oscura, y estos datos podrían proporcionar pistas cruciales sobre su naturaleza.
Vera Rubin es el futuro cercano de la astronomía
Vera Rubin nos llevará a la siguiente etapa crucial en la historia de la astronomía observacional. Combinando un campo de visión extremadamente amplio con una sensibilidad sin precedentes, este observatorio Proporcionará a los astrónomos una visión completamente nueva del universo.
Sus observaciones sistemáticas del cielo nocturno crearán, en palabras de Möller, “un enorme vídeo del cielo austral durante 10 años”, que nos permitirá estudiar la evolución del cosmos con un detalle sin precedentes. Queridos astrónomos, físicos, científicos, qué puedo decir: ¡buena visión y háganoslo saber!