La carrera por la superinteligencia artificial está en pleno apogeo y Sam Altman quiere ser el primero en llegar a la meta. El CEO de OpenAI reiteró enérgicamente que su empresa sabe cómo construir unAGI (Inteligencia General Artificial) y que el futuro de la tecnología depende de su visión.
Sin embargo, si Altman habla de un mundo de abundancia y progreso, las cuentas de OpenAI cuentan una historia diferente: suscripciones deficitarias, presupuestos en números rojos y un modelo de negocio que lucha por mantenerse. ¿Qué tan sólido es el proyecto del brillante Sam? Y, sobre todo, ¿cuánto de lo que dice es realmente realizable? Ya vemos.
¿Una gran superinteligencia o simplemente grandes palabras?
Antes que nada, una aclaración, para que entendáis por qué digo "Superinteligencia" y no sólo "AGI". Por mucho que haya hablado de ello, Altman no se limita a soñar con una inteligencia artificial general, sino que apunta directamente a algo aún más ambicioso: una superinteligencia capaz de superar al hombre en todos los ámbitos.
En su última "reflexión" en su blog (te lo enlazo aqui), Altman dijo que su empresa ya sabe cómo construirlo y, de hecho, ya está trabajando para hacerlo realidad.
Es decir, el CEO de OpenAI sigue moviendo el listón, pero no explica quién debe financiar este sueño. ya que su suscripción Pro está perdida. Sí.
OpenAI quema miles de millones: ¿un modelo insostenible?
Quizás la revelación de que el plan de suscripción premium de OpenAI no está generando ganancias dejó a muchos sin palabras, pero a mí no. OpenAI Pro, que cuesta 200 dólares al mes, estaba destinado a proporcionar acceso ilimitado a las funciones más avanzadas de la empresa. Pero los usuarios lo utilizan con tanta intensidad que el servicio se ha convertido en un coste insostenible. Altman incluso admitió que él personalmente eligió el precio, creyendo que generaría ganancias.
La realidad es otra: OpenAI cerró 2024 con una pérdida de 5 mil millones de dólares, a pesar de unos ingresos de alrededor de 4 mil millones de dólares. Con estos números, como decía Antonio Lubrano (si no sabes quién es, olvídalo: cosas de nosotros Generación X) surge una pregunta espontánea: ¿cómo puede una empresa que quema miles de millones lograr crear una superinteligencia?
Del despido a la dominación total
Altman, sin embargo, no es alguien que deba desanimarse. después de su despido repentino en noviembre de 2023, regresó a OpenAI más fuerte que antes. Consolidó su poder, tomó el control de la gobernanza e impulsó a la empresa hacia un modelo cada vez más orientado a las ganancias.
En sus recientes publicaciones, el CEO reconoció que el episodio de su despido fue un fallo de gobernanza, pero aseguró que la nueva estructura de OpenAI es más fuerte que nunca. Lástima que esto no solucione los problemas financieros ni aclare cómo pretende la empresa mantener vivo su proyecto de superinteligencia.
Superinteligencia, promesas, exageraciones y una realidad incierta
En resumen, OpenAI necesita miles de millones de dólares sólo para mantener el nivel tecnológico actual, y mucho menos para desarrollar una superinteligencia.
¿Qué pasaría si todo esto fuera sólo una estrategia gigante para mantener el entusiasmo, atraer inversiones y consolidar el poder de Altman? El tiempo repartirá los aciertos y los errores como siempre, y sabremos si el mundo verá una forma de superinteligencia artificial (y de OpenAI), o si todo quedará sólo en una gran ilusión. ¿Qué opinas?