En el ámbito de la construcción sostenible, el biomimetismo está abriendo fronteras sorprendentes. La última revolución es una cubierta de sombra que imita el comportamiento de una piña: se abre y cierra de forma autónoma en respuesta a las condiciones ambientales, sin necesidad de electricidad ni controles computarizados.
El poder de la biomímesis
La biomimetismo, el arte de imitar la naturaleza para resolver problemas complejos, está revolucionando la forma en que diseñamos tecnologías sostenibles. A nivel mundial, se espera que el mercado de la biomímesis duplicarse para 2027, de 26,3 millones de dólares a 53,6 millones de dólares. Este aumento podría traducirse en un importante crecimiento del empleo, con oportunidades tanto para los científicos como para los técnicos e ingenieros involucrados en el diseño y la fabricación de soluciones bioinspiradas.
Ahora, una de las innovaciones más interesantes viene de Alemania: el Puerta solar, un sistema que se inspira nada menos que en… una piña para regular de forma natural la luz solar en los edificios.
¿Cómo funciona una piña?
La naturaleza ya ha resuelto muchos de los problemas que enfrentamos hoy. La piña, con sus escamas que se abren y cierran en respuesta a la humedad, representa un ejemplo perfecto de adaptación ambiental. Achim Menges, director deICD (Instituto de informática de la concepción y de la construcción) dell 'Universidad de Stoccarda, lideró el equipo que transformó este mecanismo natural en tecnología aplicada (aquí puedes encontrar más información).
La revolución autónoma
A diferencia de los sistemas de sombreado tradicionales, que requieren energía y mecanismos complejos para funcionar, Solar Gate funciona de forma completamente autónoma. No tiene componentes electrónicos ni mecánicos: simplemente utiliza las propiedades de los materiales para responder a las variaciones de humedad y temperatura.
Los investigadores eligieron el celulosa, un material natural, abundante y renovable, como base de su sistema. Utilizando la innovadora técnica de Imprimir 4D, crearon elementos que imitan las escamas (esporofilas) de la piña. Estos componentes reaccionan naturalmente a las condiciones atmosféricas, al igual que sus modelos biológicos.
La danza de la humedad
El funcionamiento es sorprendentemente sencillo y elegante:
Cuando se someten a alta humedad, los elementos de celulosa se expanden, abriendo el sistema y permitiendo el paso de la luz solar. Por el contrario, en un ambiente seco, liberan humedad, se contraen y se cierran, bloqueando gran parte de los rayos solares.
laUniversidad de Friburgo Probamos el sistema durante un año entero en condiciones reales. El livMats, un edificio de demostración dedicado a la investigación, se convirtió en el banco de pruebas perfecto, con Solar Gate instalado en su acristalamiento sur. Los resultados confirmaron la eficacia del sistema: los elementos se abren en invierno para maximizar el calentamiento natural y se cierran en verano para evitar el sobrecalentamiento.
El futuro está en la piña.
Solar Gate es más que una simple innovación tecnológica: demuestra que las soluciones más elegantes a nuestros problemas pueden ya estar presentes en la naturaleza. Según afirma el jefe del grupo de biomecánica vegetal deUniversidad de Friburgo, el sistema no sólo es tan robusto como sus modelos biológicos, sino que también reproduce su estética de movimiento.
Esta innovación allana el camino para una nueva forma de pensar sobre la construcción sostenible. En lugar de añadir cada vez más tecnología y complejidad, podríamos encontrar soluciones más elegantes y sostenibles observando y aprendiendo de la naturaleza. La piña, con su sencillez y eficacia, nos enseña que a veces las mejores respuestas son las más naturales.