Dime que no los has olvidado, al menos tú. Me refiero a los dos desafortunados astronautas de la NASA que, después de mil tribulaciones, ahora ven cómo su regreso de la ISS se convierte también en un asunto político. Donald Trump e Elon Musk decidieron tomar el control de la situación, acusando al gobierno de Biden de haberlos "abandonado", como si naufragaran en una isla desierta.
Ahora es el momento de que la NASA mantenga la calma y pretenda que todo está bajo control.
Una misión que no salió según lo planeado
en Junio 2024, la Boeing Starliner llevó a dos astronautas de la NASA a la órbita, Butch Wilmore e Suni Williams. Se esperaba que la cápsula trajera a los mismos astronautas a casa después de su misión a la Estación Espacial Internacional. Sin embargo, poco después de su llegada al espacio, Starliner encontró problemas importantes en el sistema de propulsión.
Un hecho inesperado, que obligó a la tripulación a tomar decisiones rápidas para garantizar la seguridad de la misión. Al final, el Boeing en problemas, junto con la NASA, decidieron devolver el vehículo a la Tierra. sin pasajeros. En otras palabras, Starliner dejó a los dos astronautas en órbita a la espera de otro medio de transporte para su regreso. Esta elección ha planteado numerosas preguntas sobre las capacidades de Boeing para gestionar misiones tripuladas en el espacio (e non solo). Mientras la agencia espacial estadounidense intentaba restar importancia al accidente, en la industria aeroespacial crecía la preocupación por la confianza en los sistemas de vuelos comerciales.
“No podemos permitirnos el lujo de arriesgar la vida de los astronautas”, declaró un representante de la NASA durante una conferencia de prensa en ese momento. "El regreso de la ISS debe ser seguro y fiable, independientemente del vehículo utilizado".
El largo regreso de la ISS
Como se mencionó, mientras el Boeing Starliner regresaba a la Tierra sin tripulación, los astronautas Wilmore y Williams continuaron su misión en la ISS, sabiendo que su regreso se organizaría a través de otro vehículo.
La NASA ya había establecido que el Tripulación-9Dragon Los miembros de SpaceX habrían estado listos para traerlos a casa en febrero de 2025: ya entonces habrían tenido que rogar. Sí, porque un problema técnico con otra cápsula Dragon retrasó el lanzamiento de la próxima misión, Crew-10, hasta marzo. Como resultado, su regreso de la ISS también se pospuso para abril.
Ahora llueve a cántaros: Trump y Musk han decidido aprovechar esta historia como una oportunidad para criticar a la administración saliente. A las pocas horas, X se llenó de tweets (también por el propio almizcle) quien calificó a los astronautas de “abandonados” y “náufragos” en el espacio, acusando al gobierno de incompetencia. Sin embargo, lo cierto es que la NASA simplemente seguía un protocolo bien definido, basado en la seguridad y la confiabilidad.
Cuando la política entra en escena, la línea entre los hechos y las narrativas puede fácilmente desdibujarse. En el caso de Butch Wilmore y Suni Williams, su estancia prolongada en la ISS se transformó en un símbolo de ineficiencia gubernamental.
De hecho, la NASA trabajó duro para asegurarse de que cada paso del proceso se realizara correctamente. Aunque Boeing tuvo que retirar su vehículo, la colaboración con SpaceX permitió a los astronautas continuar su misión sin interrupciones importantes. Por eso, a pesar de todo lo que se hablaba, el verdadero trabajo de salvamento lo realizaron los técnicos e ingenieros que velaban por el funcionamiento de las cápsulas Dragon. Y esperemos que siga así, sin presiones indebidas.
Los desafíos técnicos detrás de escena
Toda misión espacial implica riesgos e incertidumbres. Cuando el Boeing Starliner tuvo problemas de propulsión, la tripulación ya estaba en órbita. En ese momento, la principal prioridad era garantizar que los dos astronautas pudieran regresar a casa sanos y salvos. Sin embargo, el retraso en la resolución de los problemas técnicos llevó a la NASA a buscar alternativas inmediatas.
Una de las principales razones por las que Boeing no trajo de vuelta a Wilmore y Williams de inmediato fue la necesidad de restaurar completamente el sistema de propulsión. Este proceso requirió tiempo y recursos, lo que no era posible en el espacio. Como resultado, la NASA coordinó un nuevo plan con SpaceX, que ya había demostrado su capacidad para realizar reentradas seguras con Crew Dragon.
"La elección de utilizar SpaceX vino dictada por la necesidad de garantizar la máxima seguridad a los astronautas", explicó un directivo de la NASA. "Aunque Boeing ha tenido dificultades, siempre tuvimos un plan de respaldo listo para entrar en acción".
El regreso de la ISS, una reflexión final
En última instancia, la historia de Butch Wilmore y Suni Williams nos recuerda cuán frágil es la línea entre ciencia y política. Mientras los dos continúan realizando su trabajo en el espacio, las fuerzas de la Tierra intentan manipular sus asuntos para beneficio personal. Sin embargo, la NASA sigue centrada en su misión principal: garantizar que cada retorno desde la ISS sea seguro y fiable.
En un mundo donde la tecnología y la política están cada vez más entrelazadas, es importante recordar que el verdadero heroísmo no reside en declaraciones públicas o tuits ardientes, sino en el compromiso silencioso de quienes trabajan todos los días para hacer posible la exploración espacial. Entonces, mientras seguimos observando con ojos curiosos lo que sucede en el espacio, también debemos apreciar el trabajo de quienes nos permiten hacerlo.