Los osos siempre han hecho esto: bajan la temperatura corporal para sobrevivir el invierno. Ahora, investigadores de la Universidad de Oregón han descubierto cómo inducir hipotermia de forma controlada también en humanos, un avance que podría salvar innumerables vidas.
El secreto de la hibernación artificial.
La clave de este descubrimiento se esconde en una pequeña zona del cerebro llamada núcleo ventromedial. El equipo liderado por Dr. Domenico Tupone demostraron que bloqueando esta zona es posible inducir un estado de "inversión termorreguladora" similar a la hibernación natural de los animales.
Lo que encuentro fascinante es cómo este descubrimiento tiene el potencial de cambiar por completo nuestra comprensión de la termorregulación. Normalmente, cuando hace frío, nuestro cuerpo intenta producir calor. Durante la TI, sucede exactamente lo contrario.
La investigación, publicada en la revista Current Biology (te lo enlazo aqui), muestra cómo es posible "engañar" al cuerpo para reducir la producción de calor incluso en ambientes fríos: tal como lo hacen los osos.
Hipotermia controlada, aplicaciones revolucionarias en medicina
La hipotermia controlada podría convertirse en una herramienta valiosa en situaciones de emergencia médica. Como explica el Dr. Tupone, el objetivo es reducir la temperatura corporal para disminuir el requerimiento de oxígeno de los tejidos, particularmente el cerebro y el corazón.
¿Qué potencial podría tener este descubrimiento para el tratamiento de accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos? En estas situaciones, cada minuto sin oxígeno puede resultar mortal. La hipotermia controlada podría dar a los médicos más tiempo para intervenir.
Los investigadores deUniversidad de Salud y Ciencia de Oregon También ven aplicaciones en cirugía, en el tratamiento de trastornos metabólicos e incluso en misiones espaciales de larga duración.
Cómo funciona el control de temperatura
El mecanismo de la hipotermia controlada es sorprendentemente elegante por su complejidad. En condiciones normales, cuando hace frío, nuestro cuerpo activa dos sistemas de calefacción: dentera y consumo de grasa parda, un tejido especializado en producir calor. En los animales que hibernan, este sistema se invierte completamente.
El descubrimiento del equipo de Tupone demuestra que han encontrado el "interruptor del termostato corporal": cuando la zona del núcleo ventromedial está activa, el cuerpo responde normalmente al frío. Cuando se inhibe, entra en un estado similar a la hibernación.
El futuro de la hipotermia terapéutica
Esta investigación abre perspectivas interesantes. No se trata sólo de replicar la hibernación, sino de desarrollar una nueva herramienta terapéutica potencialmente revolucionaria.
El siguiente paso será comprender cómo traducir este descubrimiento en tratamientos seguros y eficaces para los humanos. El desafío es complejo, pero las aplicaciones potenciales son enormes: ¡estaremos vigilando (hay que decirlo) las próximas fases de esta investigación "candente"!
