¿No creías que era posible encontrar un depredador activo y relativamente grande en las zonas más inhóspitas de los océanos? Sin embargo, eso es exactamente lo que ocurrió en el Océano Pacífico, a más de 8.000 metros de profundidad. En estas aguas heladas y completamente oscuras, donde la presión es devastadora, un equipo internacional de científicos ha descubierto una nueva especie de crustáceo que desafía toda lógica: rápido, letal y perfectamente adaptado a la caza en extremo.
Un depredador en la oscuridad del abismo
El descubrimiento (Voy a vincular el estudio aquí) ocurrió en la Fosa de Atacama, frente a las costas de América del Sur, donde las profundidades alcanzan niveles impresionantes. El equipo de investigadores de Institución Oceanográfica Woods Hole y dell 'Instituto Milenio de Oceanografía identificó esta nueva especie de anfípodo a la que nombró dulcibella camanchaca. Si te digo que mide 4 centímetros de largo, no te rías: este crustáceo representa el primer gran depredador activo jamás encontrado en la llamada “zona hadal”.1.
“La dulcibella camanchaca es un depredador nadador rápido al que llamamos así para recordar la oscuridad, en las lenguas de los pueblos de la región andina, para simbolizar el océano profundo y oscuro desde el que caza", explica la Juana Weston, ecologista de aguas profundas.
El nombre científico resume perfectamente la esencia de esta criatura, que ha evolucionado para prosperar en condiciones extremas que harían tambalear a cualquier otra forma de vida.
Cazando en profundidades extremas
Lo que hace especial a este depredador son sus apéndices frontales especializados, similares a los de las aves rapaces. Estas "armas" naturales le permiten capturar presas más pequeñas en la zona abisal, un entorno donde la comida es extremadamente limitada. La Fosa de Atacama, a pesar de ser uno de los ambientes más extremos de la Tierra, alberga un ecosistema con más de 400 especies, todas ellas caracterizadas por un extraordinario espíritu de adaptación.
Las aguas superficiales sobre el pozo son ricas en nutrientes, lo que permite el desarrollo de una cadena alimentaria que se extiende hasta las profundidades más profundas. Este aislamiento geográfico ha propiciado la evolución de especies únicas, no presentes en otras partes del mundo, como lo confirma el Carolina González, oceanógrafo de la OMI.
La tecnología que revela los misterios del abismo
La captura de estos especímenes requirió tecnología de punta. Durante la expedición IDOOS 2023, a bordo del buque de investigación R/V Abate Molinainvestigadores utilizaron un vehículo especial llamado “lander”. Este dispositivo permitió colocar trampas con cebo a casi 8.000 metros de profundidad, donde la presión es 800 veces mayor que la de la superficie.
Se capturaron cuatro ejemplares que posteriormente se analizaron en los laboratorios deUniversidad de Concepción. Los estudios genéticos y morfológicos han confirmado que no sólo era una nueva especie, sino incluso un nuevo género, destacando la singularidad del ecosistema de la Fosa de Atacama.
Nuevo crustáceo depredador: implicaciones para el futuro de la exploración marina
Este descubrimiento abre nuevos escenarios en la comprensión de los ecosistemas profundos. Los científicos están convencidos de que todavía quedan muchas especies por descubrir en estos entornos extremos a medida que evoluciona la tecnología de exploración. La investigación contribuye a un proyecto más amplio de comprensión y protección ecosistemas oceánicos profunda, amenazada por el cambio climático y la contaminación.
Descubrimientos como este nos recuerdan lo poco que sabemos todavía sobre los océanos y lo importante que es seguir explorando y protegiendo estos entornos únicos. Como señaló el equipo de investigación, cada nueva especie encontrada en estos ambientes extremos añade una pieza fundamental a nuestra comprensión de la evolución de la vida en la Tierra.
- La zona abisal es una de las zonas más extremas y profundas de los océanos, ubicada en fosas oceánicas a profundidades de entre 6.000 y 11.000 metros. Se trata de un entorno verdaderamente particular que ocupa menos del 0,25% del fondo marino mundial. Este entorno extremo se caracteriza por una ausencia total de luz solar, temperaturas muy bajas, escasez de nutrientes, pero sobre todo enormes presiones hidrostáticas (más de 1.100 atmósferas en las zonas más profundas). ↩︎