La memoria y el aprendizaje de los niños están siendo atacados y el culpable está en el aire que respiramos. Nueva investigación de la Universidad del Sur de California (aquí lo tienes) examinado 8.500 los niños, revelando una verdad impactante sobre la salud de los niños: la contaminación del aire, particularmente la resultante de las actividades agrícolas, está comprometiendo las capacidades cognitivas de la próxima generación.
Hallazgos de la investigación
El estudio en profundidad reveló cómo una forma específica de contaminación del aire, principalmente procedente de emisiones agrícolas, está relacionada con un rendimiento deficiente del aprendizaje y la memoria en niños de 9 y 10 años.
El maestro Megan Herting, autor principal de la investigación y profesor de ciencias de la población y la salud pública en la Escuela de Medicina Keck, subraya la importancia de este descubrimiento:
Nuestro estudio destaca la necesidad de realizar una investigación más detallada sobre las fuentes de partículas y sus componentes químicos.
Partículas finas y sus efectos.
Il PM2.5, un indicador clave de la calidad del aire, es una mezcla de polvo, hollín, compuestos orgánicos y metales que mide menos de 2,5 micrómetros de diámetro. Su peligro radica en su capacidad para penetrar profundamente en los pulmones, ingresar al torrente sanguíneo y superar la barrera hematoencefálica.
La quema de combustibles fósiles representa una fuente importante de PM2.5, especialmente en las zonas urbanas. Sin embargo, los incendios forestales, la agricultura, los aerosoles marinos y las reacciones químicas también contribuyen significativamente a su formación.
Salud infantil, el papel del nitrato de amonio.
El gran avance en la investigación sobre la salud infantil se produjo cuando el equipo analizó 15 componentes químicos específicos de PM2.5. El nitrato de amonio, producido principalmente por operaciones agrícolas y ganaderas, surgió como el principal culpable de los problemas cognitivos observados.
Como explica el profesor Herting:
No importa cómo lo miremos, solos o con otros contaminantes, el hallazgo más claro fue que las partículas de nitrato de amonio estaban relacionadas con un peor aprendizaje y memoria.
Metodología y alcance del estudio.
La investigación se basó en datos del estudio cerebral más grande jamás realizado en Estados Unidos, conocido como Estudio sobre el desarrollo cognitivo del cerebro de adolescentes (ABCD). Los científicos utilizaron modelos híbridos de espacio-tiempo para estimar las concentraciones anuales de 15 componentes químicos de PM2.5 basándose en las direcciones residenciales de los niños participantes.
Impactos en la salud pública
Las implicaciones de esta investigación son importantes para la salud pública. El nitrato de amonio se forma cuando el amoníaco gaseoso y el ácido nítrico, producidos por las actividades agrícolas y la quema de combustibles fósiles respectivamente, reaccionan en la atmósfera.
Este mismo componente estaba anteriormente vinculado a problemas con el sistema digestivo en adultos, lo que sugiere que PM2.5 puede causar daño neurocognitivo a lo largo de la vida.
Salud infantil y contaminación: lo que se necesita ahora
Los investigadores ya están planeando el siguiente paso: estudiar cómo estas mezclas y sus fuentes pueden influir en las diferencias individuales en los fenotipos cerebrales durante el desarrollo infantil y adolescente.
Los hallazgos resaltan la necesidad de regulaciones más estrictas sobre la calidad del aire. y una mayor atención a las emisiones agrícolas. Las regulaciones actuales se centran principalmente en las emisiones urbanas e industriales, pero esta investigación sugiere que las prácticas agrícolas también necesitan un seguimiento cuidadoso.
Proteger la salud cognitiva de los niños requiere un enfoque integral que considere todas las fuentes de contaminación del aire, no sólo las más obvias. Sólo a través de una comprensión profunda de estos mecanismos podremos desarrollar estrategias efectivas para proteger a las generaciones futuras.