Hay una pregunta que atormenta a quienes han perdido mucho peso: ¿cuánto tiempo durará? La balanza muestra un número que nos satisface, pero el miedo a desperdiciar nuestros esfuerzos siempre está al acecho. No es sólo una cuestión de fuerza de voluntad. Según un nuevo estudio, elobesidad Deja una marca indeleble en nuestro ADN, una especie de memoria que actúa en contra del mantenimiento de un peso saludable.
Aunque hayamos ganado una batalla, la guerra todavía es larga. Pero para combatirlo, debemos comprender el enemigo que acecha dentro de nosotros.
Un recuerdo difícil de borrar
La investigación, publicada en la prestigiosa revista Naturaleza (te lo enlazo aqui), analizó la tejido adiposo de pacientes obesos antes y después de un notable pérdida de peso obtenido gracias a cirugía bariátrica. Los resultados son sorprendentes: incluso un año después de la operación, cuando los kilos de más ya eran un recuerdo, los adipocitos aún conservaban alteraciones epigenéticas relacionadas con la obesidad. En la práctica, su "memoria molecular" no se había restablecido, pero seguía reflejando un estado de exceso de peso.
Pero ¿qué significa exactamente “memoria epigenética”? La epigenética estudia todos aquellos cambios en la expresión génica que no implican cambios en el ADN, pero que pueden ser heredados por las células hijas. En el caso específico de tejido adiposo, laobesidad induce alteraciones químicas en los genes implicados en la formación y almacenamiento de grasas. Estas "etiquetas" hacen que los genes sean más accesibles y, por tanto, más fácilmente expresables.
La obesidad, el obstáculo en el camino hacia la aptitud física
El proceso ocurre a través de modificaciones particulares de la histonas, las proteínas alrededor de las cuales se envuelve el ADN. En condiciones de peso normal, las histonas "cierran" los genes del metabolismo de los lípidos, dejándolos en silencio. EL'obesidad en cambio, afloja este agarre, lo que permite una mayor transcripción. El resultado es unadipogénesis (formación de nuevas células grasas) de forma más eficiente y una mayor capacidad de almacenar grasa.
Bueno, lo que descubrieron los investigadores. es que estas modificaciones epigenéticas tienden a persistir incluso cuando se pierden kilos de más. En otras palabras, los adipocitos quedan "programados" para una rápida recuperación de peso, frustrando los esfuerzos de dieta y actividad física. Esto explica, al menos en parte, la dificultad para mantener los resultados obtenidos en el tiempo y la alta incidencia del efecto "yo-yo".
Ganar la batalla a largo plazo
Como siempre, no todo está perdido. Conocer al enemigo es el primer paso para derrotarlo. Los investigadores subrayan la importancia de un enfoque integrado que, junto con la restricción calórica, incluya estrategias destinadas a "resetear" el epigenoma adiposo. Algunas moléculas naturales, como polifenoles del te verde o la cúrcuma, parecen tener un efecto de “borrado de memoria” en los adipocitos.
Evidentemente, la prevención sigue siendo el arma más eficaz: mantener una estilo de vida saludable y evitar la acumulación de exceso de grasa es la mejor manera de evitar tener que librar esta batalla desigual. Pero para aquellos que ya han experimentado la obesidad, saber que tienen un enemigo adicional al que enfrentarse puede ser el primer paso hacia una estrategia más consciente y, en última instancia, exitosa.
La memoria epigenética de la obesidad nos recuerda que Nuestro pasado literalmente pesa sobre nuestro futuro metabólico.. Pero con las armas adecuadas, podemos reescribir el destino de nuestras células grasas y lograr una forma física duradera. La investigación abre nuevos caminos, a nosotros nos corresponde seguirlos hasta el final.