Hay una pregunta que mantiene despiertos a muchos físicos: si podemos teletransportar partículas subatómicas, ¿por qué no podríamos hacer lo mismo con objetos más complejos, como el cuerpo humano? El teletransportación humana se ha convertido en la última frontera de física cuántica, un campo donde la realidad y la ciencia ficción suelen mezclarse.
Sólo hay un pequeño problema: nuestro cuerpo. Contiene aproximadamente 10^27 átomos, cada uno con su propio estado cuántico., un desafío mucho más que titánico. Sin embargo, en teoría no es imposible.
La primera piedra de la teletransportación humana.
Era el 1993 cuando un equipo de investigadores de IBM publicado en la revista Physical Review Letters un estudio revolucionario: habían demostrado que La teletransportación cuántica era posible. No se trataba de mover objetos físicos, sino de transferir estados cuánticos. Cinco años después, en 1998, los físicos de California Institute of Technology y dell 'Universidad de Gales convirtieron esta teoría en realidad teletransportando un fotón a través de un metro de cable coaxial.
Estos primeros experimentos allanaron el camino para avances cada vez más significativos. en 2002, científicos deUniversidad de Innsbruck y Instituto Nacional de Estándares y Tecnología Los estadounidenses han logrado teletransportar partículas mediante entrelazamiento cuántico, sin ninguna conexión directa entre el punto de partida y el de llegada.
en 2016, los físicos deUniversidad de Calgary dieron un paso más y teletransportaron una partícula a lo largo de 6 kilómetros de cables de fibra óptica en la ciudad. El año siguiente, en 2017, un equipo chino estableció un nuevo récord al teletransportar un fotón desde la Tierra a un satélite en órbita a más de 300 kilómetros de altura. Sigue siendo un fotón, pero en 20 años ha recorrido un largo camino.
El paso más avanzado
Hasta ahora, como se mencionó, los experimentos Los sistemas de teletransportación más avanzados se han basado en fotones, pero en 2020 Los científicos han descubierto que es posible teletransportarse. electrones también, capaces de mantener sus estados cuánticos durante períodos de tiempo más largos.
Entonces, ¿será el próximo transporte de materia más compleja? Si pudiéramos mover partículas de luz y electrones del punto A al punto B instantáneamente, podríamos teletransportar átomos, moléculas y células vivas enteras. y finalmente, ¿algunos valientes sujetos de prueba humanos? Tengo mis dudas.
El papel crucial del entrelazamiento cuántico
El entrelazamiento cuántico es el fenómeno clave que podría hacer posible la teletransportación humana. Como explica el cosmólogo y físico teórico Paul Davies, Director de Más allá del Centro de Conceptos Fundamentales de la Ciencia dell 'Universidad Estatal de Arizona, es un vínculo misterioso que mantiene sincronizados los estados físicos de partículas distantes.
En la práctica, esto significa que dos fotones pueden formar un único estado cuántico incluso si están separados por grandes distancias. Albert Einstein Llamó a este fenómeno "acción espeluznante a distancia", porque parecía violar los principios de la física clásica.
El proceso de teletransportación cuántica. involucra tres partículas: cuando dos de ellas están "entrelazadas", es posible transferir las propiedades físicas de la primera a la tercera partícula, sin que jamás entren en contacto directo. Es como si la información se teletransportara instantáneamente de un punto a otro. Sin embargo, de esto a teletransportar un grano de arena aún queda un largo camino por recorrer. Imagínese teletransportar a una persona.
Los desafíos de la teletransportación humana
La complejidad del cuerpo humano representa el mayor desafío. Con todos los átomos que nos componen, cada uno de ellos compuesto a su vez por electrones, protones y neutrones, y con cada partícula subatómica teniendo su propio estado cuántico, la cantidad de información a procesar es (literalmente) astronómica.
Por no hablar de mi pasión, la ética. El premio Nobel Juan Clauser Plantea dos preguntas fundamentales en este sentido: si el proceso de teletransportación requiere la destrucción del original para crear una copia perfecta, ¿realmente podemos considerarlo teletransportación? Y, sobre todo, ¿esa copia seguiría siendo “nosotros”?
El principio de incertidumbre de Heisenberg añade una complicación adicional: ¿es imposible Conocer simultáneamente la posición y velocidad de una partícula con absoluta precisión. Esto significa que no importa cuán preciso sea el escaneo de nuestro estado cuántico, nunca alcanzaremos el 100% de fidelidad. A menos que haya descubrimientos que hoy ni siquiera imaginamos.
Más allá de la frontera de lo posible
A pesar de estos desafíos aparentemente insuperables, los avances en la computación cuántica están abriendo nuevas posibilidades. A diferencia de las computadoras tradicionales basadas en bits electrónicos con dos estados posibles (0 o 1), las computadoras cuánticas usan qubits que pueden existir en ambos estados simultáneamente.
Un qubit puede realizar dos cálculos simultáneamente y, al conectar varios qubits mediante entrelazamiento cuántico, la potencia informática aumenta exponencialmente. Para que te hagas una idea, en 2019 Google él demostró que un circuito cuántico podría realizar un cálculo en menos de 3 minutos y medio que le habría llevado al superordenador más rápido existente 10.000 años.
Esta potencia informática podría ser la clave para superar los desafíos tecnológicos de la teletransportación humana. Pero incluso si pudiéramos resolver todos los problemas técnicos, quedaría una pregunta fundamental: ¿son realmente los átomos de nuestros cuerpos y sus estados cuánticos lo único que nos hace quienes somos?