¿Cuántas veces has oído hablar de la construcción ecológica innovadora? Esta vez, sin embargo, es diferente. Al Biblioteca Técnica Nacional En Praga ocurrió algo verdaderamente único: una exposición reveló cómo los hongos podrían convertirse en el material de construcción del futuro. No me refiero a las clásicas setas del bosque, sino a micelio: esa red “invisible” (e inteligente) de filamentos que crece bajo tierra y que, si se procesa adecuadamente, puede transformarse en un material aislante, resistente y completamente natural. Una revolución que parte de la naturaleza para cambiar el mundo de la construcción.
Green building, una nueva forma de construir casas
En la película Avatar, los habitantes de Pandora vivían en perfecta armonía con la naturaleza: bueno, más o menos estamos allí. SAMOROST está haciendo algo increíble: utilizar micelio para crear materiales de construcción sostenibles. Ya hablamos de ello hace algún tiempo, al inicio del proyecto. Ahora podemos tocar esta revolución de primera mano: y cuando digo "tocar", lo digo literalmente. No hay carteles de "No tocar", en Praga se podía explorar todo con las manos. En realidad, en el centro de la exposición había una casa hecha de setas.
Me llamaron mucho la atención las historias de quienes se encontraron frente a estos materiales: dicen que nada más entrar a la exposición se podía oler el bosque. Una mezcla de madera y setas que te hace comprender inmediatamente que estás ante algo completamente natural. Es como si el bosque se hubiera trasladado a la ciudad, pero en una versión de alta tecnología. como el explica Kateřina Sýsová, comisario del evento: “El micocompuesto funciona como aislante térmico y acústico, pero también puede utilizarse como revestimiento interior. Tiene un diseño interesante que ilumina y anima todo el interior”.
Tecnología que crece por sí sola
La belleza de este edificio ecológico es que utiliza un proceso natural. El micelio crece por sí solo y consume desechos que de otro modo se desecharían. Es un poco como tener un ejército de pequeños trabajadores ecológicos trabajando 24 horas al día, 7 días a la semana para construir el material.
“El proyecto SAMOROST es un paso más en nuestros esfuerzos por innovar el sector de la construcción”, explica Monika Laušmanová, vicepresidente de la junta directiva de CS Edificio Caja de Ahorros Burinka.
Marcel Ladka, director del Gabinete del Ministro de Medio Ambiente, tiene una idea que me hace sonreír: “Tal vez algún día construyamos un edificio así en nuestro jardín o pasemos un fin de semana allí. Creo que definitivamente valdría la pena”. Y tiene razón. Piénselo: casas que no sólo no dañan el medio ambiente, sino que lo ayudan reciclando materiales de desecho. Es como si la naturaleza nos dijera: "Oye, te ayudaré a limpiar este desastre".
Me gusta pensar que dentro de unos años, cuando alguien nos pregunte "¿de qué material es tu casa?", podremos responder con orgullo: "Creció sola, gracias a las setas". Y no parecerá nada extraño.