Un impulso eléctrico mil veces más débil, pero igualmente eficaz. Parece imposible, pero eso es exactamente lo que descubrieron los investigadores.Universidad Sergio Arboleda y Instituto de Tecnología de Georgia Estudiar el funcionamiento de los desfibriladores. Un descubrimiento que podría cambiar para siempre la forma en que tratamos arritmia cardíaca.
Avances en desfibrilación
La investigación, publicada en la revista Chaos (te lo enlazo aqui), presenta resultados sorprendentes en el campo de los primeros auxilios cardíacos. Los investigadores utilizaron un modelo informático de los circuitos eléctricos del corazón para examinar el efecto del campo de voltaje en diferentes escenarios de fibrilación y desfibrilación.
¿El resultado? Descubrieron que un desfibrilador puede funcionar eficazmente utilizando drásticamente menos energía que las técnicas actuales.
Un descubrimiento inesperado
romano grigoriev, uno de los autores del estudio, explica que los resultados sorprendieron a los propios investigadores. El mecanismo de desfibrilación de energía ultrabaja no está vinculado a la sincronización de las ondas de excitación, como se había planteado inicialmente, sino a la capacidad de las ondas de propagarse a través de regiones del tejido que no han tenido tiempo de recuperarse completamente de una excitación previa.
La técnica innovadora
El corazón funciona como una bomba gracias a impulsos eléctricos que lo hacen latir con regularidad. Normalmente, estos impulsos comienzan en la parte superior del corazón y se extienden por todo el órgano, provocando que este se contraiga de forma coordinada. Sin embargo, durante un paro cardíaco o fibrilación, Estos impulsos eléctricos se vuelven locos, creando un caos en el ritmo cardíaco.
Para solucionar este problema, los investigadores han desarrollado un nuevo método. Crearon un modelo informático del corazón que simula su funcionamiento eléctrico. Utilizando este modelo, buscaron la mejor manera de devolver el corazón a un ritmo normal, utilizando la menor cantidad de energía posible.
Su sistema funciona “al revés”: comienza con el resultado deseado (un corazón que late normalmente) y calcula qué secuencia de impulsos eléctricos puede lograr este resultado de manera más eficiente. ¿El objetivo? Encontrar una manera de corregir el ritmo cardíaco irregular utilizando menos energía, mejorando los desfibriladores y haciendo que el tratamiento sea más seguro y menos traumático para el paciente.
Desfibriladores de “baja potencia”: beneficios concretos para los pacientes
La reducción de energía en los desfibriladores representa un área de investigación particularmente importante. Si bien estos dispositivos que salvan vidas suelen ser eficaces para eliminar arritmias peligrosas, causan dolor y daño al tejido cardíaco. Como señala Grigoriev, los protocolos existentes de baja energía ofrecen sólo una reducción moderada del daño tisular y del dolor, mientras que esta nueva técnica podría eliminarlos por completo.
Perspectivas futuras
El mecanismo de desfibrilación de energía ultrabaja aprovecha la sensibilidad del tejido cardíaco. Al variar el perfil del campo eléctrico durante un intervalo de tiempo relativamente largo, es posible bloquear la propagación de ondas de excitación giratorias a través de regiones "sensibles" del tejido, poniendo fin con éxito a la actividad eléctrica irregular en el corazón.
Después de todo, el corazón no es sólo un órgano, sino el símbolo de nuestros sentimientos más profundos. Este nuevo método no sólo intenta salvar vidas, sino proteger nuestro centro emocional. Imaginemos un futuro en el que nuestro corazón, cuando se sienta confundido y pierda el ritmo, pueda ser guiado suavemente para encontrar nuevamente su melodía natural. Como un director de orquesta que, con gestos delicados, devuelve la armonía a una sinfonía enloquecida.
En este mundo frenético, hasta la ciencia sabe que a veces, para sanar, hay que ser amable. Y nuestro corazón, este músico incansable de la vida, merece el más dulce de los cuidados.