El sueño de una energía limpia e ilimitada está más cerca gracias a un superimán que bate récords. Sistemas de fusión de la Commonwealth (CFS), la mayor empresa privada de fusión nuclear del mundo, ha probado con éxito un componente clave de su reactor tokamak SPARC: la Bobina modelo de solenoide central (CSMC).
Este súper imán es capaz de generar un campo magnético de 5,7 Tesla, aproximadamente 100.000 veces más fuerte que el de la Tierra., un logro que puede acelerar el camino hacia la producción de energía libre de carbono.
Supermagnete, porque sus números son realmente importantes
La prueba CSMC representa un hito clave para CFS, que ha recaudado más de 2018 mil millones de dólares en financiación desde 2 para desarrollar su tecnología de fusión. La empresa está trabajando en el diseño del tokamak para su reactor SPARC y ya había probado con éxito en 2021 el Bobina modelo de campo toroidal (TFMC), otro componente clave que junto al CSMC servirá para controlar el plasma de fusión en el interior del reactor.
El TFMC ya había demostrado que podía funcionar con una corriente eléctrica constante, pero el CSMC aún tenía que demostrar que podía manejar pulsos de corriente en rápida sucesión. La prueba confirmó que el superimán puede generar un campo magnético (¡y qué campo magnético!) almacenando hasta 3,7 megajulios de energía. Un resultado extraordinario, conseguido elevando la corriente eléctrica hasta los 50.000 amperios, el máximo esperado para el funcionamiento de SPARC.
Una victoria tecnológica
Para fabricar CSMC y TFMC, el equipo de Commonwealth Fusion Systems tuvo que desarrollar su propia tecnología de cables superconductores de alta temperatura (HTS) que pudiera manejar los potentes imanes pulsados. El enfoque innovador, llamado CRÓTALO, utiliza un diseño con aislamiento interno que minimiza el calentamiento incluso cuando la corriente aumenta rápidamente dentro del imán.
Durante las pruebas, el CFS también demostró su eficacia. Nuevo sistema de detección basado en fibras ópticas., capaz de identificar eventos de sobrecalentamiento que podrían dañar el superimán. Una solución ingeniosa para monitorear y proteger componentes tan delicados y potentes.
Brandon Sorbom, cofundador y director científico de CFS, no oculta su entusiasmo por estos resultados:
Cuando presionamos el botón y pasamos corriente a través del imán, funcionó como un campeón, alcanzando todos los objetivos principales de la prueba. Este es un hito importante en el camino hacia la comercialización.
Hacia el primer plasma en 2026
Una vez construidos y probados ambos imanes, el equipo de CFS ahora se centrará en construir SPARC en sus instalaciones de Devens, Massachusetts. El objetivo es obtener el primer plasma en 2026, para luego abastecer la red eléctrica energía de fusión nuclear a principios de la década de 30.
Un objetivo ambicioso, que aún requerirá mucho trabajo e inversiones, pero que hoy parece más cercano gracias al éxito del CSMC. Después de todo, hay mucho en juego: una fuente de energía prácticamente ilimitada, limpia y segura, capaz de sustituir los combustibles fósiles y luchar contra el cambio climático.
Si SPARC cumple sus promesas, realmente cambiará el futuro de la humanidad. Y ese futuro se volvió un poco menos distante gracias a un superimán que batió récords y al arduo trabajo de un equipo de científicos e ingenieros visionarios. La fusión nuclear, el “Santo Grial” de la energía, ya no es sólo un sueño. Es un desafío que estamos ganando, paso a paso.