Los diamantes son realmente el mejor amigo de nuestros datos. Al menos según un grupo de investigadores deUniversidad de Ciencia y Tecnología de Hefei, en China. Estos cerebros han conseguido una cosa: archivar 1.85 terabytes de información en un centímetro cúbico de diamante artificial. Es un poco como meter toda Wikipedia en un grano de arena. Un récord mundial de densidad de memoria, que abre escenarios futuristas para el almacenamiento a largo plazo. Porque la belleza de los diamantes, además del brillo, es que son prácticamente eternos. Al grabar datos con pulsos láser ultrarrápidos, estos discos ópticos podrían durar millones de años sin la más mínima degradación. Cosas con las que sueñan nuestros viejos CD y discos duros.
Discos ópticos, el (nuevo) desafío del almacenamiento masivo
¿Sabes cuánto espacio ocupan tus datos? Fotos, vídeos, documentos, música… todo ello amontonado en discos duros, memorias USB y servicios en la nube. Ahora imagina multiplicar esa cantidad por miles de millones. Ese es el nivel de datos que industrias como la inteligencia artificial, la computación cuántica y las supercomputadoras tienen que manejar todos los días. Petabyte tras petabyte de información que se mantendrá segura, intacta y accesible durante el mayor tiempo posible. Un hueso duro de roer.
Los discos ópticos tradicionales como CD, SSD y Blu-ray siguen siendo buenos para el uso diario, pero son tamices cuando se enfrentan a estas gigantescas demandas. Basta decir que yo discos ópticos de diamante puede contener los mismos datos que aproximadamente 2.000 discos Blu-ray del mismo tamaño. No pizza e higos. Pero la verdadera magia reside en la longevidad de estos discos de alta tecnología. como el explica Ya Wang, uno de los autores del estudio publicado en “Nature Photonics"(lo enlazo aqui), una vez que los datos se graban en la estructura cristalina del diamante, pueden sobrevivir durante eones a temperatura ambiente, sin necesidad de mantenimiento. Prácticamente eterno.
Láseres, diamantes y brocas.
Pero, ¿cómo almacenan tantos datos estos discos ópticos de diamante? El truco está en la densidad de la escritura láser. Los investigadores tomaron finas astillas de diamante sintético y las bombardearon con pulsos láser ultrarrápidos. Estos destellos de luz desplazan algunos átomos de carbono en la estructura cristalina, creando pequeños vacíos. Variando la densidad de estos pequeños agujeros a escala nanométrica, se pueden crear áreas de diferente brillo.
Es un poco como escribir píxeles microscópicos que, cuando se ven juntos, forman imágenes o datos legibles. Un sistema ingenioso y muy minucioso, que aprovecha al máximo las propiedades ópticas de los diamantes. ¿El resultado? Una densidad de almacenamiento monstruosa.
Discos ópticos de diamante, datos para siempre
Ok, la densidad es impresionante. Pero la vitalidad de estos discos ópticos es aún más sorprendente. Piénselo: ¿cuánto duraron sus viejos CD y DVD? ¿Qué pasa con los discos duros? Si todo va bien, unas cuantas docenas de años, entonces empiezan a perder fuerza. Cancelaciones, degradación física y demás, yo nuestros datos siempre han estado en constante riesgo de desaparecer en el aire. Una pesadilla para cualquiera que tuviera (algunos todavía tienen) información valiosa que conservar a largo plazo y archivar en discos ópticos.
Aquí es donde entran los diamantes. Al grabar datos en su estructura cristalina ultrarresistente, estos discos ópticos pueden durar millones de años sin parpadear. Sin oxidación, sin deterioro, sin pérdida de datos. Una tarjeta de memoria eterna que desafía al tiempo mismo.
El futuro es brillante
Eso sí, por ahora estos discos ópticos de diamante siguen siendo muy caros y requieren equipos láser de ciencia ficción. Pero los investigadores confían en que en el futuro podrán miniaturizarse y hacerse más accesibles. Quizás algún día todos tengamos pequeños diamantes llenos de recuerdos, conocimientos y datos. Un archivo personal imperecedero que pasará a la posteridad. O quizás estos discos se conviertan en el estándar para almacenar el conocimiento humano en las bibliotecas del futuro. Tal vez.
De todos modos, la era de los diamantes de alta tecnología acaba de comenzar. Y promete maravillas resplandecientes que durarán para siempre. Más o menos como el amor en las películas románticas. Sólo que en lugar de “Te amaré para siempre”, aquí dice “Te archivaré para siempre”. Definitivamente menos poético, pero mucho más útil. ¿No?