La caída del cabello durante la quimioterapia no es sólo una cuestión estética. Es un signo visible de la enfermedad que a muchos pacientes les gustaría poder evitar, para mantener el mayor sentido cotidiano posible en sus vidas. Una normalidad que ahora podría estar al alcance de todos gracias a Athena, un innovador casco refrigerante que él acaba de ganar el prestigioso premio James Dyson.
El desafío del enfriamiento del cuero cabelludo
El principio detrás de Athena es simple: limitar el flujo sanguíneo al cuero cabelludo durante quimioterapia significa reducir la cantidad de fármacos que llegan a los folículos pilosos. Un enfoque que puede ayudar a prevenir la caída del cabello, técnicamente conocido como alopecia inducida por quimioterapia. Pero hasta ahora nada nuevo: sistemas de refrigeración del cuero cabelludo existen desde hace mucho tiempo. El problema es que son caros, engorrosos y requieren que los pacientes pasen mucho más tiempo en el hospital. Olivia Humphreys Quería cambiar este paradigma.
Una solución nacida de la experiencia personal de la quimioterapia.
Nació la idea de Atenea. en 2019, cuando la madre de Olivia se encontró frente al quimioterapia. Durante las largas horas que pasó en el hospital, el joven diseñador observó los problemas críticos de los sistemas existentes: máquinas insuficientes, tiempos de espera agotadores y poca practicidad.
Dispositivos actuales Requerir que los pacientes lleguen 30 minutos antes del tratamiento y permanezcan otros 90 minutos después de que finalice. Una carga adicional significativa para las personas que ya han experimentado la terapia. Se necesitaba algo diferente, más accesible y eficiente.
Una innovación accesible
Athena supone un salto de calidad en muchos aspectos. El dispositivo utiliza semiconductores termoeléctricos para enfriar un tanque de agua, que luego circula alrededor del cabezal a través de un sistema ingeniosamente diseñado.
El coste estimado ronda los 1.000 euros, una fracción de los 40.000 euros que se necesitan para las máquinas hospitalarias. Con un peso de tan solo 3 kg y una autonomía de 3,5 horas, permite a los pacientes gestionar el enfriamiento de forma independiente, incluso mientras viajan.
La tecnología al servicio del bienestar
La verdadera fortaleza de Athena es su capacidad para devolver el control a los pacientes. Ya no atados a máquinas estacionarias en el hospital, pueden comenzar a enfriar durante el viaje a las instalaciones y continuarlo después, en la comodidad de su propio hogar.
La batería termoeléctrica garantiza un funcionamiento silencioso y eficiente, mientras que el estudiado diseño asegura una distribución uniforme del frío. Cada detalle ha sido diseñado para maximizar la efectividad sin comprometer la facilidad de uso.
El futuro de Athena (y la quimioterapia)
El viaje de Atenea no ha terminado. Olivia Humphreys ahora colabora con Luminate médico, una empresa escocesa especializada en soluciones innovadoras para el cuidado del cáncer. El objetivo es seguir desarrollando el dispositivo, creando un prototipo totalmente funcional y tecnológicamente integrado. Para los pacientes sometidos a quimioterapia, Athena podría representar mucho más que un simple dispositivo médico: es una herramienta para mantener la propia identidad durante uno de los momentos más difíciles de la vida. vida.
Y este, quizás, sea su mayor valor.