En nuestra pasta de dientes existe una potencial revolución de la medicina moderna. Al menos para un grupo de investigadores italianos que acaban de transformar un aditivo común de nuestra pasta de dientes en un transistor totalmente comestible. Un descubrimiento que puede cambiar radicalmente la forma en que diagnosticamos y tratamos las enfermedades.
Imaginemos píldoras inteligentes que navegan por nuestro cuerpo y monitorean nuestra salud en tiempo real: ¿estamos preparados para un futuro en el que los dispositivos electrónicos formen parte de nuestra dieta?
El secreto escondido en el tubo de pasta de dientes
Nunca más volverás a mirar tu pasta de dientes con los mismos ojos. Ese inocente tubo en tu fregadero contiene mucho más que un simple cepillo de dientes. Contiene el futuro de la medicina. Pero ¿cómo llegamos a esta conclusión? Todo gracias a un pigmento llamado ftalocinina de cobre (CuPc), comúnmente utilizado como agente blanqueador en pastas dentales.
Elena Feltri e mario caironi, Dell 'Instituto Italiano de Tecnología, tenían una intuición brillante y detallada en la revista científica Advanced Science: ¿Y si este pigmento pudiera hacer mucho más que blanquear nuestros dientes?
Del pigmento de la pasta de dientes al transistor: una metamorfosis inesperada
El equipo italiano hizo algo extraordinario: transformaron este pigmento en un transistor funcional. Pero no un transistor cualquiera. Uno que literalmente puedes comer.
Una pastilla que libera medicamentos exactamente cuando y donde los necesita, y que se comunica constantemente con usted (o su médico). Podría controlar los niveles de azúcar en sangre, detectar inflamación o incluso detectar células cancerosas en etapas tempranas. Podría ayudarnos a tratar enfermedades crónicas como la diabetes o la enfermedad de Crohn. Y todo ello sin necesidad de intervenciones invasivas ni costosos equipamientos hospitalarios.
Y no se trata sólo de medicina. Piense en la industria alimentaria: etiquetas inteligentes que pueden indicarle exactamente qué tan frescos son sus alimentos o si contienen alérgenos. O incluso envases que puedan controlar la cadena de frío en tiempo real.
Preguntas para tí
Por supuesto, no se abren puertas y ventanas a una tecnología sin responder primero las preguntas correctas. Yo tengo 4, añade el tuyo también en nuestros canales sociales: ¿cómo podemos estar seguros de que estos dispositivos son completamente seguros a largo plazo? ¿Y qué pasa con los datos que recopilan? ¿A quién pertenecen? ¿Quién puede acceder a él?
De nuevo: está la cuestión de integrar estos transistores en sistemas más complejos. Crear un único transistor comestible es una cosa, pero construir un microprocesador completo que puedas tragar es otra historia completamente distinta. ¿Me equivoco?
Conclusión: una revolución a solo un cepillo de dientes de distancia
Una vez más, la innovación puede esconderse en los lugares más inesperados. Es el factor que muchas veces se les escapa a quienes quieren "adivinar" el futuro, en lugar de dibujar un escenario posible. ¿Quién hubiera pensado que la clave para revolucionar la medicina ha estado escondida en nuestro baño todo este tiempo?
La próxima vez que te cepilles los dientes, tómate un momento para apreciar ese tubo de pasta de dientes; puede que contenga mucho más que solo blanqueador de dientes. Después de todo, el futuro sabe a menta fresca.