Siempre hemos pensado que los geckos son observadores pequeños y silenciosos de la naturaleza, pero en realidad son mucho más sensibles de lo que esperábamos. Según investigadores deUniversidad de Maryland, los geckos usan el sáculo1, un órgano que normalmente sirve para el equilibrio, para percibir vibraciones entre 50 y 200 Hz. Es como si pudieran "escuchar" con todo el cuerpo, sintiendo cada leve sacudida del suelo debajo de ellos.
Si lo piensas por un momento, casi lo parece. una superpotencia. Imagínese poder percibir el mundo no sólo a través de sonidos sino también a través de vibraciones, captando movimientos y señales que otros pasan por alto. Los geckos, con su aparente tranquilidad, son naturalmente capaces de esto.
La sáculo: una ventana oculta al mundo
El sáculo de los gecos nos enseña lo sofisticada que puede ser la biología natural. Este órgano, que creíamos relacionado únicamente con el equilibrio, les permite captar las vibraciones del suelo e incluso "sentir" los movimientos que se producen a su alrededor. catherine carr, biólogo de la Universidad de Maryland, explica:
El oído humano escucha sonidos en el aire, pero la vía auditiva del sáculo en los geckos detecta vibraciones que se propagan por el suelo o el agua.
Es una habilidad fascinante, que probablemente se remonta a la época en que los reptiles se adaptaron a la vida terrestre. ¿Cuántas otras especies tienen un mecanismo similar? ¿Y qué significa esto para su evolución?
Redescubrir la evolución a través de vibraciones
El sistema auditivo de los geckos nos hace preguntarnos cómo se han adaptado los animales para percibir el mundo. Esta nueva comprensión de su “sexto sentido” sugiere que otros reptiles, y quizás muchas otras especies, pueden haber ignorado previamente sus capacidades sensoriales.
Piense en serpientes, lagartos y otros animales que consideramos “mudos” o “sordos”. Quizás se comunican y sienten el mundo de maneras que nunca habíamos considerado. El descubrimiento del sáculo en los geckos nos muestra que nunca debemos dar por sentado nada en el mundo natural. Siempre hay algo escondido, dispuesto a sorprendernos y enseñarnos cosas bonitas.
Geckos, ¿un vínculo oculto con los humanos?
Este descubrimiento podría tener implicaciones para nosotros también. Los científicos involucrados en este estudio (lo enlazo aqui) liderado por Dawei Han, sospechan que nuestro sistema vestibular, (el que nos ayuda a mantener el equilibrio), podría responder de manera similar a vibraciones fuertes, tal como lo hace en los geckos. Piensa en cuando estás en un concierto: el sonido es tan fuerte que lo sientes no sólo en tus oídos, sino en todo tu cuerpo. Nosotros también, en el fondo, percibimos el mundo de maneras mucho más complejas de lo que pensamos.
Esta investigación es sólo el comienzo. Nos muestra cuánto queda aún por descubrir sobre la forma en que todos los seres vivos, incluidos nosotros, percibimos. Quizás la próxima vez que veas un gecko inmóvil en una pared, piénsalo: podría estar allí, concentrado en "sentir" lo que sucede debajo. Aunque no podamos percibir lo que siente, al menos podemos apreciar la maravilla de su sexto sentido. Quizás, en el futuro, también podamos aprender algo por nosotros mismos.
- Il sáculo Es una pequeña vesícula fibrosa ubicada en el oído interno, parte del sistema vestibular. Su función principal es proporcionar información al cerebro sobre aceleraciones lineales y movimientos verticales de la cabeza, contribuyendo así al sentido del equilibrio. ↩︎