Hay algo vegetal que se esconde en nuestro cerebro. Se trata de una sustancia que, hasta ayer, pensábamos que pertenecía únicamente al reino vegetal. Los científicos de Universidad Monash han hecho un descubrimiento increíble: han identificado una proteína llamada LICOS que se comporta como un híbrido entre hombre y planta. Y no se trata sólo de una curiosidad biológica: este descubrimiento podría ser la clave para desbloquear nuevos tratamientos para los trastornos neurológicos.
Imagínese poder curar el Alzheimer o Parkinson con la ayuda de algo que se parece más a un tomate que a una droga tradicional. Una vez más, la realidad científica puede superar la fantasía.
Una proteína que desafía las fronteras entre reinos
Descubre una sustancia como LICOS es el equivalente a encontrar un unicornio en el mundo de la biología. Esta proteína se comporta de una manera única, combinando características que deberían pertenecer a diferentes reinos de la vida. Por un lado tiene partes que se parecen a un receptor acoplado a proteína G (GPCR), típico de los animales. Por otro lado, tiene una estructura similar. a un transportador “PIN-FORMED” (PIN), que normalmente se encuentra sólo en las plantas.
Profesor Andres Ellisdon, uno de los líderes del equipo de investigación, admitió que estaba asombrado. "Es como si hubiéramos descubierto que los humanos pueden hacer la fotosíntesis", bromeó. "Bueno, en realidad no, pero entiendo la idea".
Las peculiaridades de LICOS no son una simple curiosidad científica. Podrían ser la clave para comprender mejor cómo nuestras células regulan su crecimiento o cómo gestionan el colesterol. Y sabemos bien lo importantes que son estos procesos cuando hablamos de desórdenes neurológicos. ¿Por qué mencioné el colesterol? Ahora te lo digo.
Colesterol: ¿amigo o enemigo del cerebro?
El colesterol tiene muy mala fama en lo que respecta a la salud. Pero en el cerebro es un componente esencial. Nuestras células cerebrales lo necesitan para crecer y funcionar correctamente. El problema surge cuando los niveles de colesterol están desequilibrados.
la proteina LICOS Actúa como un sensor de colesterol ultrasofisticado. Es una especie de termostato: en lugar de regular la temperatura, regula el crecimiento celular en función de los niveles de colesterol. Cuando el colesterol alcanza el nivel adecuado, LICOS da luz verde al crecimiento celular.
El maestro michelle salas, coautor del estudio (que te enlazo aquí), explicó: “Es como si nuestras células tuvieran dentro un pequeño jardinero que decide cuándo es el momento adecuado para crecer”.
De las plantas al cerebro humano: un viaje inesperado
La parte más fascinante de este descubrimiento es cómo LICOS Recuerda el comportamiento de las plantas. Piensa en cómo un girasol gira hacia el sol. De manera similar, esta proteína ayuda a las células humanas a "detectar" cuándo hay suficiente colesterol para comenzar a crecer.
Este paralelo entre las plantas y el cerebro humano abre escenarios interesantes para la investigación de trastornos neurológicos. ¿Podríamos encontrar inspiración en el reino vegetal para desarrollar nuevos tratamientos?
Un nuevo objetivo sobre los trastornos neurológicos
Médico Charles Bayly Jones, otro de los autores principales del estudio, está entusiasmado con las posibilidades:
podemos pensar en LICOS como un interruptor para el crecimiento celular. Si podemos controlar este interruptor, potencialmente podríamos ralentizar o detener la progresión de enfermedades neurodegenerativas.
Imaginemos medicamentos que puedan “hablar” directamente con LICOS, regulando finamente el crecimiento celular en el cerebro. Podría ser un enfoque completamente nuevo para tratar enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson.
La revolución crio-EM: ver lo invisible
Nada de esto habría sido posible sin la tecnología de microscopía crioelectrónica (crio-EM). Esta técnica avanzada permitió a los investigadores "ver" la estructura 3D de LICOS con detalles sin precedentes.Dr. Chris Lupton, otro autor clave del estudio, comparó la experiencia con "ver bailar los átomos".
“Cryo-EM nos permitió capturar LICOS en acción, como si estuviéramos haciendo una película en cámara lenta a nivel molecular”, explicó.
El futuro de la investigación de los trastornos neurológicos
El descubrimiento de LICOS abre un nuevo y apasionante capítulo en la investigación de los trastornos neurológicos. Pero como siempre ocurre en la ciencia, cada respuesta conduce a nuevas preguntas.
Los investigadores ya están trabajando para explorar más a fondo el potencial de esta proteína híbrida. ¿El siguiente paso? Desarrollar compuestos que puedan interactuar específicamente con LICOS. Será una clase de fármacos completamente nueva.
La próxima vez que mires una flor en tu jardín, recuerda que puede tener más en común con tu cerebro de lo que jamás imaginaste. Y quién sabe, tal vez algún día, gracias a este descubrimiento, podamos encontrar nuevas formas de tratar y prevenir los trastornos neurológicos que aquejan a millones de personas en todo el mundo.