Realmente sucedió: el auto elettriche en Noruega han superado en número a los que funcionan con gasolina, lo que marca un paso trascendental hacia un futuro más limpio.
Un adelantamiento inevitable
En Noruega era sólo cuestión de tiempo. Con el increíble crecimiento de las ventas de vehículos eléctricos (digan lo que digan) y el desplome de los coches de combustión, los adelantamientos están en el aire desde hace meses. Ahora, sin embargo, es oficial: en el país hay más coches eléctricos que de gasolina. Un objetivo que parecía imposible hace unos años, pero que hoy nos muestra cómo una nación puede transformar radicalmente su sistema de transporte.
Noruega, el país que ha adoptado los vehículos eléctricos como ningún otro, está ahora a años luz del resto del mundo. Con el 94% de las ventas de coches nuevos representado por los vehículos eléctricos apenas el pasado mes de agosto, No es de extrañar que los coches de gasolina hayan sido superados.
Un adelantamiento fruto de años de compromiso
Este adelantamiento no es fruto del azar. Noruega ha invertido durante décadas en infraestructura, incentivos y políticas que han hecho que la transición a la electricidad sea casi inevitable. A partir de 2025, el país pretende eliminar por completo la venta de coches nuevos de gasolina, Una meta lo que parece haberse logrado ya con mucha antelación.
Los datos más recientes muestran que a finales de agosto circulaban por las carreteras noruegas 751.450 coches eléctricos, frente a 755.244 coches de gasolina. Pero con el ritmo actual de ventas (unos 10.000 vehículos eléctricos al mes) el adelantamiento ya se ha producido, dejando atrás a los coches de combustión.
Entre los dos litigantes el tercero disfruta (por un rato más)
En Noruega, los vehículos diésel han dominado durante años y alcanzaron su punto máximo en 2017. Hoy en día, todavía hay más de un millón de automóviles diésel en las carreteras noruegas, lo que los convierte en el tipo de vehículo más común. Pero al igual que la gasolina, el diésel también está experimentando su declive. Las ventas disminuyen constantemente y pronto, incluso este gigante será superado por los vehículos eléctricos.
“El auge de los vehículos eléctricos no se detendrá aquí”, dicen los expertos de la industria, destacando que el rápido crecimiento de los automóviles eléctricos representa sólo el comienzo de un cambio global.
Una lección para el mundo entero.
El éxito de Noruega es un mensaje alto y claro para el resto del mundo. Mientras otros países todavía intentan imaginar un futuro eléctrico, Noruega ya lo está viviendo. Con los automóviles a gasolina cada vez más escasos y las ventas de vehículos eléctricos aumentando, el país nos está mostrando que un futuro sin combustibles fósiles no sólo es posible, sino que ya es una realidad.
Para quienes todavía dudan de la viabilidad de la transición eléctrica, el adelantamiento en Noruega es una prueba de que, con la estrategia adecuada, incluso los hábitos de movilidad más arraigados pueden cambiar.
El futuro es eléctrico
Aunque el diésel resiste, la tendencia es clara: el futuro de la movilidad es eléctrico. Cada mes que pasa, los coches de gasolina y diésel son cada vez menos relevantes, y los eléctricos siguen ganando terreno. Esto no es sólo una tendencia, sino una verdadera revolución, un cambio trascendental que Noruega ya ha adoptado.
El mundo entero tendrá que afrontar esta nueva realidad y Noruega, una vez más, parece querer mostrarnos el camino a seguir.