Había una vez algo llamado noche. Durante milenios, la humanidad ha tratado de mitigarlo: con el fuego, con lámparas de aceite, con electricidad. Ahora, en 2024, un grupo de Prometes modernos cree haber encontrado la solución definitiva. No robando el fuego a los dioses, sino reflejando la luz del sol desde el espacio con espejos orbitales. Un poco' como lo hacen algunos países escandinavos que tiene pocas horas de luz.
Reflejar orbital, una startup de California, quiere convertir la órbita de la Tierra en un interruptor cósmico gigante. ¿Es este el comienzo de una revolución energética o simplemente el último capítulo de nuestra eterna lucha contra la oscuridad? Demos un paseo por las fronteras entre el genio y la locura: como las que existen entre el día y la noche.
Espejos orbitales: una constelación de esperanza
Reflect Orbital no propone encender una farola espacial gigante: el plan es mucho más sutil. La empresa tiene intención de lanzar una constelación de 57 pequeños satélites en órbita polar sincrónica con el sol. Cada uno de estos satélites estará equipado con espejos orbitales de mylar, del tamaño de una cancha de tenis: 10 metros cuadrados de superficie reflectante flotando en el espacio.
"El problema es que la energía solar no está disponible cuando realmente la necesitamos", explica. Ben Nowak, Director ejecutivo de Reflect Orbital.
Y tiene razón. La intermitencia de la energía solar es el talón de Aquiles de esta fuente renovable. Pero ¿y si pudiéramos alargar la jornada tan solo media hora?
¿Cómo funcionan los espejos orbitales?
Imagine estos espejos orbitales como un equipo de bailarines cósmicos, bailando a 600 kilómetros sobre nuestras cabezas. ¿Su coreografía? Reflejar la luz solar hacia plantas de energía solar específicas en la Tierra, justo cuando el sol se pone o antes de salir.
Esta “luz extra” podría permitir que las plantas de energía solar generen electricidad y cobren precios más altos antes del amanecer y después del atardecer. Es como tener un interruptor cósmico para el sol, con beneficios económicos tangibles.
¿Un sueño? Gnornò. Reflect Orbital ya ha realizado pruebas prometedoras utilizando un globo aerostático, generando “500 vatios de energía por metro cuadrado” de panel solar. ¿El siguiente paso? Lanzar un prototipo de satélite el próximo año.

¿Una idea brillante o un error garrafal? Luces y sombras de espejos orbitales.
Esta no es la primera vez que alguien propone colocar espejos en el espacio. Rusia lo intentó en los 90y otros equipos de investigación, como el proyecto SOLSPACE de la Universidad de Glasgow, están explorando ideas similares.
Como cualquier idea revolucionaria, los espejos orbitales de Reflect Orbital no están exentos de controversia. Andrew Williams del Observatorio Europeo Austral ha expresado su preocupación por la posible contaminación lumínica (sólo uno de los posibles problemas) que podría influir en las observaciones astronómicas.
"Estos satélites podrían eclipsar a las estrellas más brillantes si no se diseñan cuidadosamente", advierte Williams.
El futuro es brillante (¿quizás demasiado brillante?)
Los espejos orbitales de Reflect Orbital representan un intento audaz de reescribir las reglas del juego de la energía. Si tienen éxito, podrían revolucionar la forma en que pensamos sobre la energía solar y su disponibilidad.
Pero como cualquier gran innovación, también plantean preguntas importantes. ¿Estamos preparados para manipular la luz solar a escala global? ¿Cuáles podrían ser las consecuencias imprevistas de este “sol a la carta”?
Sólo el tiempo dirá si estos espejos orbitales iluminarán nuestro futuro o si seguirán siendo sólo un brillante reflejo de nuestras ambiciones.