Del mundo subatómico a las profundidades de nuestro cerebro: el entrelazamiento cuántico, uno de los fenómenos más enigmáticos de la física moderna, podría ser el conductor oculto detrás de la sinfonía neuronal que llamamos pensamiento.
Recientemente, un equipo de investigadores chinos arrojó luz sobre esta posibilidad. Y lo hizo proponiendo un modelo en el que las fibras nerviosas generan pares de partículas unidas cuánticamente. Una teoría de fronteras que cambiaría nuestra comprensión del cerebro y que, naturalmente, también plantea cuestiones fundamentales sobre naturaleza de la conciencia y en la frontera entre los mundos cuántico y macroscópico.
El misterio de la sincronización neuronal
El cerebro humano es un órgano de extraordinaria complejidad. Miles de millones de neuronas que se activan simultáneamente han atormentado durante mucho tiempo a los neurocientíficos: ¿cómo se coordinan estas células con una precisión casi instantánea? Yong-Cong Chen de la Universidad de Shanghai y sus colegas ellos propusieron una respuesta sorprendente: el entrelazamiento cuántico.
Enredo: un fenómeno “espectral”
El entrelazamiento cuántico, descrito por Einstein como “acción espeluznante a distancia”, es un fenómeno en el que dos partículas quedan tan intrínsecamente unidas que el estado de una afecta instantáneamente al estado de la otra, independientemente de la distancia que las separe. Esta propiedad, observada hasta ahora principalmente a nivel subatómico, podría, según los investigadores, desempeñar un papel crucial en el funcionamiento del cerebro.

El modelo propuesto: mielina y fotones.
en su estudio (que te enlazo aquí) El equipo de Chen centró su atención en la interacción entre las vainas de mielina, que recubren las fibras nerviosas, y los fotones producidos en el interior del cerebro. Según sus cálculos, cuando los fotones infrarrojos chocan con una vaina de mielina, modelada como una cavidad cilíndrica capaz de almacenar y amplificar la radiación electromagnética, se produce un fenómeno interesante: la vaina emite dos fotones en rápida sucesión, y muchos de estos pares se entrelazarían. vinculados entre sí.
Implicaciones para la comunicación neuronal
Si se confirma experimentalmente, esta teoría podría explicar cómo las partes "distantes" del cerebro se comunican tan rápidamente. Chen sugiere que la propiedad del entrelazamiento cuántico podría transmitirse a otras partes de las neuronas, como los "poros de proteínas" implicados en la señalización eléctrica.
Esto permitiría una sincronización mucho más rápida que cualquier otro tipo de conexión conocida.
Las reacciones de la comunidad científica: cautela y escepticismo
A pesar del entusiasmo generado por esta teoría, muchos investigadores se mantienen cautelosos. canción bo de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Shanghai e Yousheng Shu de la Universidad de Fudan, ambos no involucrados en el estudio, comentaron que la introducción del entrelazamiento cuántico en la neurociencia “es de naturaleza más bien especulativa”.
En resumen, se necesita mucho trabajo antes de afirmar que el cerebro es una especie de supercomputadora cuántica. El principal desafío sigue siendo la verificación experimental de estos fenómenos cuánticos en un sistema biológico tan complejo como nuestro cerebro.
Chen y su equipo son conscientes de las dificultades que les esperan: la siguiente fase de su investigación se centrará en el estudio teórico de cómo el entrelazamiento cuántico podría influir en las funciones cerebrales. Como señala el propio Chen, “la mera existencia de fotones entrelazados en el cerebro no prueba, en sí misma, que impulsen la sincronía de millones de neuronas”. Pero si lo hicieran...
“Mente cuántica”, un campo de investigación en evolución
La idea de que los fenómenos cuánticos podrían desempeñar un papel en el funcionamiento del cerebro no es nueva, pero esta investigación ofrece un modelo matemático concreto para explorar esta posibilidad. El debate sobre la “cognición cuántica” sigue acalorado: el desafío para el futuro será encontrar formas de probar estas teorías experimentalmente, salvando la brecha entre la física cuántica y la neurociencia.
La investigación en la intersección de la mecánica cuántica y la neurociencia continúa desafiando nuestras ideas preconcebidas sobre la naturaleza de la realidad y la conciencia, y tal vez nos ayude a comprender que algunos de los secretos más profundos del universo viven dentro de nosotros.