Los análisis de sangre están a punto de dar un salto hacia el futuro. Un equipo de investigadores ha desarrollado un método que podría transformar estos exámenes de una maratón de espera a una carrera de eficiencia, gracias a tecnologías que operan en escalas tan pequeñas que desafían la imaginación. A diferencia de las promesas vacías de Theranos (recuerde ¿Su epopeya “criminal”?), esta vez la ciencia parece haber producido resultados concretos y verificables.
Una revolución gigantesca. De hecho, microscópico
Un equipo dirigido por investigadores del KTH Royal Institute of Technology ha descrito un método más rápido y preciso de microfluidos elastoinerciales. La técnica, publicada en Naturaleza Microsistemas y Nanoingeniería (te lo enlazo aqui), controla el movimiento de partículas diminutas en los fluidos aprovechando tanto las propiedades elásticas del fluido como las fuerzas que entran en juego cuando el fluido se mueve.
Selim Tanriverdi, estudiante de doctorado en KTH y autor principal del estudio, destaca la versatilidad de esta técnica mejorada por su potencial uso en tres campos diferentes:
- Pruebas médicas: Separación rápida de células u otras partículas en muestras de sangre.
- Monitoreo ambiental: Eliminación y análisis de contaminantes en el agua.
- Producción: desarrollo de mejores materiales mediante una separación más eficiente de componentes.
De los microplásticos a los análisis de sangre
Curiosamente, el desarrollo de este método tiene sus raíces en un proyecto para monitorear y eliminar micro y nanoplásticos en el agua, financiado por la Comisión Europea. Tanriverdi había trabajado como investigador en este proyecto, llamado MONPLAS.
Cómo funciona el dispositivo de microfluidos
Imagine un laberinto microscópico diseñado específicamente para sangre. Este laberinto está formado por diminutos canales, más delgados que un cabello humano, pero capaces de manejar muchas gotas de sangre a la vez.
Ahora, en lugar de utilizar agua corriente en este laberinto, los científicos utilizan un fluido especial. Una especie de gelatina líquida elástica. Puede fluir como el agua, pero al mismo tiempo puede estirarse y volver a su forma original, un poco como lo haría una banda elástica.
Cuando la sangre fluye a través de este laberinto de canales junto con este fluido especial, sucede algo mágico. Diferentes partes de la sangre (como los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y otras partículas) comienzan a “bailar” de maneras predecibles. Algunos se mueven en el centro, otros en los laterales.
Esta “danza” de partículas permite a los científicos separar y analizar los diferentes componentes de la sangre de forma mucho más rápida y precisa que antes. Es como si hubieran creado un sistema de clasificación automático, pero a escala microscópica.
Implicaciones para los análisis de sangre.
Tanriverdi dice: “Hemos demostrado cómo se puede aumentar el rendimiento de las muestras dentro de nuestro canal de microfluidos. Esto reduciría el tiempo del proceso del análisis de sangre, que es crucial para un paciente”.
La 'fantasía' fraudulenta de Theranos, que había afirmado ser capaz de realizar cientos de pruebas a partir de una sola gota de sangre, podría hacerse realidad, 20 años después.
El futuro de los análisis de sangre
Esta nueva técnica de microfluidos ofrece una esperanza concreta para el futuro de los análisis de sangre ultrarrápidos y más allá. La capacidad de manipular partículas a escala microscópica podría conducir a:
- Diagnósticos más rápidos y precisos
- Reducción de costos por exámenes médicos.
- Monitoreo ambiental mejorado
- Avances en la producción de materiales avanzados
Por supuesto, la lección de Theranos nos ha enseñado a ser cautelosos ante promesas revolucionarias en el campo del diagnóstico médico. Sin embargo, este nuevo enfoque de los microfluidos, basado en principios científicos sólidos e investigaciones verificables, ofrece una esperanza genuina para el futuro de los análisis de sangre y muchas otras aplicaciones.
Porque la verdadera revolución, como siempre, no surge de promesas grandiosas, sino de un trabajo científico paciente, meticuloso y verificable.