Alguien se ha convencido de que puede pedir lluvia como se pide pizza: me refiero a los Emiratos Árabes Unidos y a lo que intentan conseguir con la siembra de nubes. En un país donde el agua es más preciosa que el petróleo, aviones cargados de sales y productos químicos surcan los cielos, prometiendo transformar el desierto en un oasis.
¿Puede realmente funcionar? ¿Están realmente domesticando la naturaleza, o simplemente han creado una elaborada, inútil e incluso potencialmente peligroso ¿“espectáculo de ilusión” meteorológico?
La historia de la siembra de nubes
La idea de manipular el clima no es nueva. Los primeros intentos sistemáticos de crear lluvia. se remonta a 1891, cuando un grupo de científicos y veteranos de la Guerra Civil estadounidense intentaron provocar lluvia con explosivos en Texas. Negli anni '40, los científicos de General Electric descubrieron que el hielo seco podría inducir la formación de cristales de hielo en las nubes. Este descubrimiento condujo a experimentos de siembra de nubes. durante la Guerra Fría, incluidos intentos de modificar los huracanes e influir en las condiciones climáticas durante los conflictos.
El ambicioso programa de los Emiratos
Los Emiratos Árabes Unidos, que reciben una media de apenas 12,7-17,8 cm (5-7 pulgadas) de lluvia al año, han emprendido un ambicioso programa de siembra de nubes desde 2015. El país ha invertido millones de euros en Programa de mejora de la lluvia, financiando la investigación global sobre nuevas tecnologías para aumentar las precipitaciones.
La tecnología detrás de la siembra de nubes
El proceso utiliza aviones. Beechcraft King Air C90 modificado, equipado con 48 kg de material para cada vuelo. Los pilotos liberan partículas de sal de mesa recubierto con una capa nanométrica de dióxido de titanio, llamadas gaith 1 e gaith 2. Estas partículas están diseñadas para atraer moléculas de agua, formando gotas que se fusionan hasta que se vuelven lo suficientemente pesadas como para caer en forma de lluvia.
¿Los resultados? Pocas luces y muchas sombras.
A pesar de las enormes inversiones, la eficacia de la siembra de nubes sigue siendo un tema de debate. un estudio de 2021 registró un aumento del 23% en las precipitaciones anuales en áreas sembradas en comparación con los promedios históricos. Sin embargo, los expertos advierten que las variaciones climáticas podrían afectar estos datos de forma impredecible.
El enfoque de los Emiratos, sin embargo, difiere del de otros países. En la IndiaPor ejemplo, el Instituto de Meteorología Tropical utiliza dos aviones: uno para sembrar y otro para medir los efectos sobre la nube. Este método mostró un aumento del 18% en la formación de gotas de lluvia dentro de las nubes sembradas.
Costos y beneficios
Según un documento de 2023 del Centro Nacional de Meteorología de los Emiratos, el costo promedio del agua de lluvia generada por la siembra de nubes es entre 1 y 4 céntimos por metro cúbico, comparado con yo 31 céntimos por metro cúbico de agua desalada. Sin embargo, cada misión de inseminación cuesta hasta 8.000 eurosy no ofrece garantías de que llueva donde sea necesaria.
Por este motivo, los Emiratos están explorando técnicas aún más avanzadas. Guillaume Matras, un investigador francés, está desarrollando un método para inducir la lluvia usando potentes láseres. El objetivo de esta técnica es influir en las nubes a través de mecanismos acústicos, convectivos y de ionización.
Siembra de nubes, dudas de todo tipo
Se podría pensar que si un gobierno ha estado utilizando una técnica como ésta durante casi 10 años, ciertamente hay un beneficio positivo. Sin embargo, persisten las dudas sobre la eficacia real y las posibles consecuencias a largo plazo de la siembra de nubes. Algunos investigadores han expresado su preocupación por la calidad de la investigación científica realizada en los Emiratos, sugiriendo una tendencia a sobreestimar los resultados.
Además, el uso de dióxido de titanio (TiO₂) en la siembra de partículas plantea preocupaciones medioambientales y de salud. Este material, clasificado como “posible carcinógeno humano” por la OMS, puede acumularse en el suelo y el agua, afectando negativamente la vida microbiana del suelo y potencialmente el crecimiento de los cultivos. Inhalación de nanopartículas de TiO₂Además, podría representar un riesgo para la salud humana, especialmente en ambientes laborales con alta exposición. Otras preocupaciones sobre la siembra de nubes están relacionadas con la gestión de posibles lluvias intensas e inundaciones, como se observó recientemente en Dubai.
Sin mencionar que la siembra de nubes también tiene implicaciones geopolíticas. en 2018, un general iraní acusó a los Emiratos (e Israel) para "robar" la lluvia de su país. Es sintomático del hecho de que la tecnología meteorológica puede convertirse en una forma de poder blando y potencialmente en una fuente de tensiones internacionales.
En resumen: ¿ciencia o ilusión?
La siembra de nubes en los Emiratos Árabes Unidos representa un caso de estudio fascinante en la intersección de la ciencia, la política y la ambición tecnológica. El mundo científico (y no sólo) observa esta práctica con una mezcla de escepticismo y curiosidad, cuya sostenibilidad a largo plazo sigue siendo una cuestión abierta, considerando la posible acumulación de materiales en el suelo y el agua.
Ahora que el cambio climático amenaza con secar aún más las regiones áridas, hay mucho en juego. La verdadera prueba será si esta tecnología puede proporcionar una solución sostenible a la escasez de agua, no sólo para los Emiratos, sino potencialmente para otras regiones áridas del mundo.
Por ahora, el cielo sobre los Emiratos sigue siendo un laboratorio al aire libre, donde la línea entre el control del clima y la peligrosa ilusión sigue siendo borrosa como un espejismo en el desierto.