¿Un coche que arroja agua dulce por el tubo de escape? ¿Qué pasaría si te dijera que podría funcionar mejor que un Tesla, con un buen motor antiguo que produce ron-ron? ¿Ciencia ficción? No. Hay quienes están trabajando en ello y podría volver loco al mundo del automóvil. Estoy hablando del nuevo motor. H2Starfire de la Astron Aeroespacial. Este dispositivo está causando sensación y no es difícil entender por qué: en un mundo que corre hacia lo eléctrico, esta pequeña empresa estadounidense ha decidido jugar su propio juego. Y qué partido.
Un rotativo que llama la atención
recuerda lo viejo motor Wankel? ¿El que enloquecía a los entusiastas pero que bebía petróleo como si no hubiera un mañana? Bueno, olvídalo. El nuevo motor H2Starfire es una especie de bisnieto del futuro. Sin engranajes planetarios ni sellos de ápice. En su lugar, dos ejes contrarrotativos con tolerancias tan estrechas que ni siquiera un átomo puede caber entre ellos. No, estoy bromeando: un átomo sí. Pero estamos hablando de 0,1 milímetros. Es como poder meter un pelo entre dos espejos perfectamente alineados.
Un nuevo motor de hidrógeno: al final esto es todo
¿El combustible para esta pequeña joya? Hidrógeno. Sí, exactamente lo que todo el mundo dice que es el futuro, pero nadie sabe realmente cómo utilizarlo. El H2Starfire lo quema en unas condiciones tan impecables que lo único que sale por el tubo de escape es agua pura. Ni óxidos de nitrógeno, ni partículas, ni nada. Una mini Cataratas del Niágara debajo del capó, solo que en lugar de electricidad produce caballos de fuerza.
¿Y la eficiencia? Aquí viene la belleza. Astron Aerospace dice que este motor tiene una eficiencia térmica del 60%. Si eso fuera cierto, sería como decir que inventaste una máquina de café que hace el espresso perfecto usando sólo la mitad de los granos. Para entender, Los motores de nuestros automóviles tienen una eficiencia de alrededor del 20-30%. Incluso los mejores motores de Fórmula 1 apenas llegan al 50%. En definitiva, si se confirmaran estas cifras, estaríamos ante una auténtica revolución.
¿Estamos seguros?
Las sorpresas no terminan ahí. Esta joya tecnológica tiene el tamaño de una maleta de cabina, pesa tanto como un Labrador adulto, pero promete entregar 400 caballos de fuerza y un torque que avergonzaría a un tractor. Todo sin necesidad de un sistema de refrigeración por agua. ¿Cómo lo hace? Bueno, la física parece doblarse un poco aquí, pero bueno, ¿quiénes somos nosotros para juzgar? Porque al final sólo hay un pequeño detalle insignificante. ¿Cual? Por ahora, la única prueba del funcionamiento de este motor milagroso es un video donde alguien lo hace girar con un taladro. No es exactamente la mejor demostración científica, seamos realistas. Es un poco como si te dijera que inventé una máquina del tiempo y te la mostrara girando las manecillas del reloj hacia atrás.
El futuro es un nuevo motor, o mejor dicho: una hipótesis (pero que hipótesis más bonita)
Digámoslo de esta manera: si este nuevo motor H2Starfire cumpliera al menos la mitad de sus promesas, realmente podría ser un punto de inflexión. Imaginemos un coche que funciona con hidrógeno, no contamina, tiene unas prestaciones deportivas y una eficiencia nunca antes vista. Suena bien, ¿verdad? El problema es que el hidrógeno es más raro que el sentido común en la política en este momento, y construir una infraestructura para suministrarlo no es exactamente un juego de niños. En definitiva, el H2Starfire representa la esperanza de todos aquellos que no quieren renunciar a la idea de un futuro exclusivamente eléctrico. Es la promesa de poder mantener vivo el rugido del motor, el encanto de la mecánica, sin tener que renunciar a un planeta limpio. Es un sueño ambicioso, quizás demasiado. Pero quiero demostrarles que no estoy en contra de los sueños, no. No soy un burócrata frío que quiere electrificarlos a todos y obligarlos a gastar salarios enteros para pagar autos eléctricos. Tráeme aquí un motor que no produce. 9 millones de muertes al año, y digo que sí. Espero.
El nuevo motor H2Starfire es una de esas ideas que te hacen levantar una ceja y decir “vamos, ¿en serio?”. Podría ser la mayor revolución en el mundo del motor desde la invención del diésel, o podría acabar en el olvido como tantas otras bellas ideas. Nos hace soñar durante unos minutos. Y a veces, incluso eso por sí solo vale el precio del billete. Quién sabe, quizá dentro de unos años todos conduzcamos coches que "contaminen" y al mismo tiempo produzcan agua potable. Sería una buena forma de llenarlo, ¿verdad?