¿Sabes cuando quitas un peso de una superficie elástica y éste rebota hacia arriba? Ahora imagina que esta superficie tiene el tamaño de un continente. Eso es lo que está pasando en Antártida. A medida que el hielo se derrite, la tierra debajo de él se eleva. Y este “rebote”, nos dice un análisis geofísico, podría cambiar todo lo que creíamos saber sobre el futuro de nuestros océanos.
Este proceso, conocido como levantamiento posglacial, está ocurriendo en la Antártida a un ritmo sorprendente. Según una nueva investigación publicada en Science Advances (te lo enlazo aqui), el fenómeno podría tener un impacto significativo en las predicciones futuras del aumento del nivel del mar.
La importancia de la geofísica antártica
La Dra. Natalia Gómez, glaciólogo de la Universidad McGill, destaca la importancia de comprender este fenómeno: “Con casi 700 millones de personas viviendo en zonas costeras y el costo potencial del aumento del nivel del mar que podría alcanzar billones de dólares para finales de siglo, comprender el efecto dominó del derretimiento del hielo antártico es crucial”.
El equipo de investigación examinó el manto de la Tierra debajo de la capa de hielo de la Antártida y descubrió que es particularmente "blando" en algunas áreas clave. Y esta alta viscosidad es la causa de un ascenso bastante rápido del suelo.
Sorprendente velocidad del cambio
La Profesor Terry Wilson, geólogo de la Universidad Estatal de Ohio, explica:
Nuestras mediciones muestran que la tierra sólida que forma la base de la capa de hielo de la Antártida está cambiando de forma sorprendentemente rápido. El ascenso del terreno debido a la reducción del hielo en la superficie
está sucediendo en décadas, en lugar de miles de años.
Los investigadores utilizaron modelos 3D para simular el aumento del nivel del mar debido a los cambios en la masa terrestre antártica en diferentes escenarios. Si los niveles de calentamiento global se mantienen bajos, La Antártida podría contribuir a un aumento del nivel del mar de hasta 1,7 metros para el año 2500. Sin embargo, si el calentamiento global continúa sin disminuir, este número podría llegar hasta los 19,5 metros.
Ciudades como Shanghai, Mumbai, Nueva York, Ámsterdam y nuestra Venecia quedarían sumergidas.
El delicado equilibrio entre derretirse y elevarse
Il Profesor Rob DeConto, glaciólogo de la Universidad de Massachusetts, explica que cuando el retroceso de la capa de hielo supera el ritmo de ascenso, se expulsa más agua a los océanos. Sin embargo, si podemos frenar este derretimiento, la elevación de la tierra levantará parte del hielo de las aguas oceánicas más cálidas, lo que permitirá que se almacene por más tiempo.
Es importante señalar que el impacto del aumento del nivel del mar no será uniforme en todo el mundo. Debido a peculiaridades gravitacionales, rotacionales y geológicas, diferentes partes del planeta experimentarán efectos únicos.
Injusticia climática
Gómez y su equipo destacan un aspecto de la injusticia climática que surge del análisis geofísico:
Las islas de latitudes bajas y los sitios costeros que ya experimentan un aumento del nivel del mar experimentarán un aumento superior al promedio asociado con la pérdida de hielo antártico, independientemente del escenario de pérdida de hielo. Esto pone de relieve la injusticia climática hacia naciones cuyas emisiones son bajas, mientras que su exposición y vulnerabilidad al aumento del nivel del mar son altas.
La importancia de pronósticos más precisos
Los investigadores advierten que aún existen muchas incertidumbres en el modelo, en particular debido a la falta de datos sísmicos de la Antártida Occidental. Además, estas estimaciones no tienen en cuenta lo que está pasando con el hielo en Groenlandia y en las montañas del mundo.
El profesor Wilson enfatiza la importancia de seguir mejorando nuestra capacidad para hacer predicciones más seguras: "Ésta es la única manera que nos permitirá cuidar nuestro futuro de manera significativa".
De todos modos, los efectos del aumento del nivel del mar ya son visibles en algunas partes del mundo. Por ejemplo, en las islas kiribati, las aldeas luchan contra el avance del océano con sacos de arena, que a menudo son arrastrados, provocando inundaciones y contaminación del suelo y de las fuentes de agua con sal.
Geofísica antártica del futuro, conclusión y perspectivas de futuro.
Gómez y sus colegas concluyen que la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero permitirá que el rebote sólido de la Tierra desempeñe un papel más importante en la preservación de más capas de hielo de la Antártida, evitando los peores y más inequitativos impactos del futuro cambio climático en las costas globales.
Esta investigación no sólo arroja nueva luz sobre la compleja interacción entre la geofísica y el cambio climático, sino que también destaca la necesidad urgente de una acción global para mitigar los efectos del calentamiento global. El futuro de nuestro planeta y sus costas depende de las decisiones que tomemos hoy.