No te preocupes, te lo diré: aparte de sus diversos abogados, elenergía nuclear de momento sigue siendo ese pariente un poco particular al que nadie quiere acoger. Ahora, sin embargo, hay quienes han tenido una idea: mandémoslo a vivir bajo tierra. Como, muy bajo tierra. Como si dijera, el ojo no ve, el corazón no duele. Conozcan a Deep Fission, amigos.
Fisión profunda: el átomo no va al ático, sino al sótano
¿Saben cuando de niños nos decían que no escarbáramos mucho en el jardín porque llegaríamos a China? Bueno, los chicos de Fisión profunda (no es una banda de metal underground, pero una startup de Berkeley) debe haber tomado esa historia demasiado en serio. Su idea es muy sencilla: coger un microreactor nuclear de 15 megavatios y meterlo a 1500 metros bajo tierra a través de un agujero de sólo 75 centímetros de ancho.
Sí, entendiste bien: un kilómetro y medio de roca entre nosotros y el átomo. Es como poner al gato en el sótano, excepto que el gato pesa toneladas y produce energía para toda una ciudad.
Un enfoque innovador para una tecnología consolidada
Deep Fission no está reinventando completamente la rueda, por así decirlo. Su enfoque se basa en la tecnología probada de reactores de agua a presión (PWR), ya ampliamente utilizado en la industria nuclear.
La verdadera innovación reside en el contexto de aplicación: en lugar de construir enormes estructuras de contención en la superficie, la empresa propone aprovechar la geología terrestre como barrera natural.
Porque lo bonito de estar a 1500 metros de profundidad es precisamente la presión. A esa profundidad, naturalmente se alcanzan las 160 atmósferas de presión de agua que necesita el reactor. Es como tener una enorme olla a presión gratuita. La Madre Naturaleza, como siempre, es la mejor ingeniera que existe.
Seguridad: por debajo de esto, irás al infierno
La profundidad del reactor ofrece una protección natural contra numerosas amenazas externas. Los fenómenos meteorológicos extremos, los impactos de aviones o los posibles actos de terrorismo se vuelven prácticamente irrelevantes a esta profundidad. Esta “seguridad pasiva” representa un importante paso adelante en comparación con los sistemas tradicionales de seguridad activa utilizados en los reactores de superficie.
¿Qué pasa si algo sale mal? A pesar de la profundidad, Deep Fission diseñó el sistema para que fuera accesible para mantenimiento e inspecciones. El reactor podrá subirse a la superficie en un tiempo relativamente corto, estimado entre una y dos horas. Este enfoque le permite combinar las ventajas de la seguridad que brinda la profundidad con la conveniencia operativa necesaria para una gestión eficiente.
¿Costos de la fisión profunda? Excavar cuesta menos que construir
El aspecto económico es otro punto fuerte del proyecto Deep Fission. Al eliminar la necesidad de grandes estructuras de contención y complejos sistemas de presurización, la compañía afirma que los costos de construcción y operación serían significativamente más bajos que los de los reactores convencionales.
Esto podría hacer que la energía nuclear sea más competitiva en el panorama energético mundial. Por supuesto, el proyecto Deep Fission no está exento de desafíos. La gestión de residuos nucleares, la aceptación pública de un reactor subterráneo y los complejos procedimientos de aprobación regulatoria son sólo algunos de los problemas que enfrentará la empresa. Buena suerte abogados.
¿Está el futuro bajo tierra?
Entonces, ¿qué opinas? La Fisión Profunda puede haber cuadrado el círculo nuclear. Seguridad intrínseca, costes reducidos, cero emisiones. ¿Suena demasiado bueno para ser verdad? Tal vez. Pero poner un hombre en la Luna también parecía una locura, hasta que lo hicimos. Si todos estamos de acuerdo en esto, al menos.
Una cosa es segura: Deep Fission no sólo ha profundizado en la Tierra, sino también en nuestras ideas sobre lo que es posible en energía. ¿Es esta la solución que buscamos? El futuro energético puede ser más profundo de lo que imaginamos, con soluciones que buscan equilibrar la seguridad, la eficiencia y la sostenibilidad de maneras antes inimaginables.