Todavía recuerdo cuando, siendo niño, me encantaba ver las gotas de lluvia deslizarse sobre el cristal de la ventana. Una pequeña carrera entre diminutos corredores líquidos, que competían en una carrera casi hipnótica. Un grupo de científicos-soñadores coreanos han decidido darles un nuevo propósito: impulsar el futuro. Prepárate para ver la lluvia con nuevos ojos.
Una lluvia de innovación
Todos "Universidad Nacional de Seúl, un equipo de investigadores dirigido por el profesor Seung Hwan Ko Decidimos cambiar la forma en que vemos las ventanas ordinarias. ¿El resultado? Una ventana "inteligente" que hace que los viejos cristales dobles parezcan reliquias de una época pasada.
Esto, queridos míos, no es sólo una ventana. Es una central eléctrica en miniatura, un sistema de refrigeración y un dispositivo anticongelante, todo en uno.
Gotas de lluvia y energía.
La característica especial de la ventana desarrollada por los investigadores de Seúl reside en su capacidad de convertir las gotas de lluvia en electricidad utilizable. Imagina poder alimentar tu smartphone con la energía de una tormenta de verano: gracias a un nanogenerador triboeléctrico (TENG), cada gota de lluvia que cae sobre la ventana genera una pequeña cantidad de electricidad.
“En un experimento que simula condiciones de lluvia, ventanas inteligentes generaron 8,3 W m-2 de potencia con una sola gota de lluvia," informa el presione soltar.
No es mucho, pero considera esto: en un día lluvioso, ¿cuántas gotas caen sobre tus ventanas?
Un reflejo de genialidad
Las sorpresas no terminan ahí. Estas ventanas también son maestras de la multitarea. Gracias a una estructura en capas de plata y óxido de indio y estaño (ITO), consiguen reflejar gran parte de la energía térmica infrarroja, manteniendo el interior fresco sin perder su transparencia.
Es como tener un aire acondicionado, pero sin consumo de energía. De hecho, los investigadores dicen que estas ventanas pueden mantener una temperatura unos 7 grados más bajo que las ventanas normales en ambientes cálidos y bajo la luz solar directa.
¿Qué pasa con quienes viven en climas muy fríos?
Pues estas ventanas también tienen una sorpresa para ellos. Mediante un proceso llamado “calentamiento Joule”, se transforman en electrodos transparentes autocalentables, descongelando automáticamente en los días fríos.
Según los investigadores, estas ventanas se liberan de la escarcha "el doble de rápido que las ventanas normales".
Hacia edificios de energía positiva
El profesor Ko y su equipo, por si no lo hubieran entendido, tienen un objetivo bastante ambicioso: pasar de edificios de energía cero a Edificios de energía positiva (PEB). Edificios que no sólo minimizan el consumo energético, sino que también producen energía de forma independiente.
"Es necesario desarrollar ventanas inteligentes multifuncionales equipadas con tecnología de refrigeración transparente (basada en energía cero) y tecnología adicional de recolección de energía (basada en energía positiva) que garantice una energía sostenible", explica el equipo.
¿Lo lograrán? Tal vez. el medico Yeongju Jung, autor principal del estudio (que te enlazo aquí), está llevando a cabo más investigaciones para mejorar el diseño con el objetivo final de crear una ventana comercialmente viable. En ese momento el mercado hablará.
Gotas (de lluvia) en el mar del cambio
Mientras el mundo lucha por reducir la dependencia de los combustibles fósiles y mejorar la eficiencia energética, innovaciones como esta ventana inteligente ofrecen un rayo de esperanza. ¿O deberíamos decir una gota de esperanza?
El profesor Ko resume elocuentemente el potencial de esta tecnología:
"Se espera que las ventanas inteligentes se apliquen en diversas industrias porque abordan la contaminación ambiental, reducen la energía de refrigeración y superan las limitaciones de las tecnologías de baterías convencionales mediante la autogeneración de energía".
La próxima vez que vea la lluvia golpeando su ventana, no suspire de frustración. En lugar de eso, sonríe mientras piensas en el día en que cada gota ayudará a iluminar tu mundo. Al parecer, el futuro podría estar justo detrás del cristal de su ventana.