En un giro científico inesperado, los árboles de Los Ángeles han aterrizado en el muelle por la contaminación del aire. En el centro de atención están los terpenoides, compuestos orgánicos que, cuando se liberan al aire, podrían ser más dañinos de lo que se pensaba. ¿Como es posible? Veamos mejor.
El estudio sobre los terpenoides y la contaminación urbana
Un nuevo estudio publicado en la revista Science (lo enlazo aqui) destacó el papel potencialmente negativo de los terpenoides en el entorno urbano de Los Ángeles. Esta investigación multiinstitucional desafía las concepciones tradicionales sobre el papel positivo de los árboles en los ecosistemas urbanos. ¿Qué llevó a los investigadores a sospechar de lo insospechado? ¿Cómo podemos pensar en la hipótesis "blasfema" de que los árboles pueden incluso promover la contaminación?
A pesar de los esfuerzos por reducir la emisiones nocivas del tráfico y aumentar la protección ambiental, los niveles de ozono a nivel del suelo y las partículas finas que componen el smog de Los Ángeles se han mantenido estables. Esta situación ha empujado a los investigadores a investigar posibles fuentes "secundarias" de contaminación. Y ha llegado un giro sorprendente.

Terpenoides: de “buenos” a “malos”
Los terpenoides, como se mencionó, son compuestos orgánicos presentes en las plantas que generalmente actúan como antioxidantes. Sin embargo, cuando se liberan a la atmósfera, pueden combinarse con otros contaminantes. Y transformarse en compuestos orgánicos volátiles (VOC) y reaccionar con la contaminación existente para crear ozono y partículas finas.
Para estudiar este fenómeno, los investigadores utilizaron un avión equipado con un espectrómetro de masas para medir las concentraciones de COV sobre Los Ángeles durante varios días en junio de 2021. También tomaron mediciones en 3D de la velocidad del viento para determinar de dónde provenían los contaminantes.
Resultados clave
El estudio reveló que los terpenoides incluso eran la mayor fuente de COV, con efectos más evidente en zonas ricas en vegetación y en días más cálidos. Repito: cuando las temperaturas superaron los 30°C, los terpenoides fueron los causantes de las peores emisiones incluso en zonas con más gente y menos plantas.
Un aspecto crucial que surgió de la investigación es que las plantas emiten más COV por el aumento de las temperaturas y la sequía, condiciones que afligen particularmente a Los Ángeles. Esto sugiere que el cambio climático podría exacerbar el problema.
No solo terpenoides
El estudio también encontró que a medida que aumentan las temperaturas, también aumenta la contaminación por COV relacionados con los humanos, incluidos productos de higiene personal como los desodorantes.
Ojo: Los autores del estudio destacan la importancia de interpretar correctamente estos resultados. Eva Pfannerstill, primer autor del artículo, fue claro: “Dado que es difícil controlar las emisiones de las plantas, es aún más importante controlar la parte causada por el hombre”.
Implicaciones futuras
A la aclaración del investigador me permito añadir humildemente la mía propia. Esta investigación no sugiere que los árboles sean dañinos, pero resalta cómo el calentamiento climático podría alterar dramáticamente las cantidades y la composición de las emisiones. Esto resalta la necesidad de considerar estos factores en las estrategias de mitigación de la contaminación del aire urbano.
El “fenómeno terpenoide en Los Ángeles” ofrece una nueva perspectiva sobre la compleja interacción entre la vegetación urbana y la contaminación del aire. Las fuentes antrópicas de contaminación, esta es la moraleja de la historia, corren el riesgo de producir efectos no deseados incluso en la vegetación urbana, transformando los árboles en bumeranes que se vuelven contra nosotros.