El corazón humano, ese motor incansable que nos mantiene vivos, pronto podrá tener un aliado inesperado: la impresora 3D. No me refiero a corazones artificiales, sino a algo igualmente importante: vasos sanguíneos hechos a medida. Un equipo de investigadores de la Universidad de Edimburgo acaba de dar un paso de gigante en esta dirección, creando vasos sanguíneos artificiales que podrían cambiar el rostro de la cirugía cardiovascular para siempre. Voy a vincular el estudio aquí, y mientras tanto os lo cuento.
Un gran avance en bioingeniería vascular
Los investigadores han desarrollado una técnica que combina la Imprimir 3D y nanotecnología para imitar propiedades naturales. La creación de estos vasos sanguíneos artificiales es un proceso de dos pasos. inicialmente, una impresora 3D equipada con un mandril giratorio produce tubos a partir de un gel a base de agua. Posteriormente, Estos tubos están reforzados mediante electrohilado, una técnica que utiliza alto voltaje para aplicar una capa ultrafina de nanofibras de poliéster biodegradables.
Nuestro método híbrido abre nuevas y apasionantes posibilidades para la fabricación de construcciones tubulares en ingeniería de tejidos.
Norberto Radacsi, autor principal del estudio.

Flexibilidad y resistencia: los vasos sanguíneos como dicta la naturaleza
El resultado de este proceso es notable. Los vasos sanguíneos artificiales muestran una resistencia comparable a la de los vasos naturales y una flexibilidad que sugiere una perfecta integración en el cuerpo humano. Se pueden fabricar en varios tamaños, desde 1 hasta 40 mm de diámetro, haciéndolos adecuados para diferentes aplicaciones en cirugía vascular.
¿Y las posibles aplicaciones? El más inmediato está en el campo de la cirugía de bypass cardíaco, pero hay muchos. Estos vasos artificiales podrían revolucionar el tratamiento de una amplia gama de afecciones vasculares, desde enfermedades arteriales periféricas hasta aneurismas.
Para los pacientes, los beneficios son significativos. El uso de vasos sanguíneos artificiales eliminaría la necesidad de extraer venas de otras partes del cuerpo del paciente, reduciendo el trauma quirúrgico y el tiempo de recuperación. Y la capacidad de crear vasos personalizados podría mejorar significativamente los resultados quirúrgicos.
El camino hacia la aplicación clínica
Es importante señalar que esta tecnología aún está en desarrollo. El próximo paso crucial será probar estos vasos artificiales en modelos animales. Si estas pruebas tienen éxito, pasaremos a ensayos en humanos, un proceso que requerirá tiempo y una evaluación cuidadosa.
Vasos sanguíneos artificiales: el futuro de la medicina regenerativa
La búsqueda de la Universidad de Edimburgo no se limita a los vasos sanguíneos. La técnica desarrollada podría allanar el camino para la creación de otras estructuras tubulares complejas, ampliando las posibilidades en el campo de la medicina regenerativa.
Estamos entrando en una nueva era de la medicina. Una era en la que la línea entre lo orgánico y lo sintético se vuelve cada vez más delgada y las posibilidades de curación se expanden más allá de los límites que alguna vez creímos insuperables. Nuevos horizontes están cada vez más cerca: a sólo una impresora de distancia.