A la mantequilla tal como la conocemos pronto se le podría unir una alternativa bastante excéntrica. Una empresa estadounidense ha creado una grasa sintética que promete revolucionar el concepto de sostenibilidad alimentaria. Sin vacas, sin pastos, sin deforestación: sólo CO2, agua y una pizca de ciencia. ¿De qué se trata?
El nacimiento de la mantequilla sintética
La startup americana Saborear ha desarrollado un producto que llama "mantequilla", pero que nada tiene que ver con la agricultura tradicional. Esta grasa sintética se crea utilizando carbono como materia prima, en un proceso que se acerca más al procesamiento de combustibles fósiles que a la producción de alimentos convencional.
kathleen alexander, representante de Savor, explica que en su proceso no interviene ningún elemento biológico. La mantequilla sintética se deriva del carbono que se encuentra en el carbón, el metano o el dióxido de carbono. El proceso se basa en la tecnología utilizada en la industria petroquímica para crear el gas de síntesis, una mezcla de monóxido de carbono e hidrógeno.
De la química al plato
El proceso de producción se divide en cinco fases:
- Creación de hidrocarburos de cadena larga mediante la Proceso de Fischer-Tropsch
- Oxigenación de hidrocarburos para obtener ácidos grasos.
- Adición de glicerol para formar triglicéridos.
- Incorporación de agua y un emulsionante.
- Se agregó betacaroteno para darle color y aceite de romero para darle un sabor “herbáceo”
Hace 70 años Alberto Sordi habría dicho "joder, qué porquería". Sin embargo, según Alexander, las grasas sintéticas podrían revolucionar el sistema alimentario al proporcionar calorías sin requerir grandes extensiones de tierra para la agricultura.
Aplicaciones potenciales
Además de la mantequilla, la tecnología de Savor podría usarse para reemplazar otros ingredientes con un alto impacto ambiental, como el aceite de palma y el aceite de coco, que se sabe que causan deforestación en los países tropicales.
Un estudio publicado el año pasado en Nature, del que es coautor Kathleen Alexander, sugiere que las grasas sintéticas podrían tener menos de la mitad de la huella de carbono de los producidos mediante sistemas agrícolas tradicionales.
¿Están sanos? ¿Son nutritivos?
Steven Davis de la Universidad de Stanford, autor principal del estudio, cree que los alimentos sintéticos podrían ofrecer importantes beneficios climáticos. Si bien es poco probable que todos nuestros alimentos se vuelvan sintéticos, reemplazar cultivos intensivos en gases de efecto invernadero, como el aceite de palma y la soja, podría reducir significativamente la cantidad de tierra necesaria para nuestra producción de alimentos.
Sí, vale, pero el éxito del producto (digan lo que digan) dependerá en gran medida de su sabor. Simplemente hay que producir alimentos que sepan realmente bien. Y saludable, nutritivo. Sobre esto, me perdonarán, no he visto certezas objetivas.
El papel de las inversiones
Savor cuenta con el apoyo de inversiones de Avances energéticos de vanguardia, el vehículo de inversión para las empresas climáticas de Bill Gates. El propio Gates señaló en un artículo en su blog que Savor produce “moléculas de grasa real como las que obtenemos de la leche, el queso, la carne y los aceites vegetales”.
En definitiva, Savor mantequilla sintética representa un paso audaz hacia una mayor sostenibilidad alimentaria. ¿Pueden la química y la tecnología unirse para crear alternativas sostenibles a los productos tradicionales? Lo veremos y, si es necesario, lo probaremos. Por el momento (pero es sólo una opinión personal), ¿cómo para otras propuestas similaresNo estoy nada convencido.