el 13 de Abril de 2029 Los ojos del mundo se volverán hacia el cielo. No para admirar una lluvia de estrellas fugaces o un eclipse, sino para observar el paso de Apophis, un asteroide del tamaño de un crucero. Este evento marca un momento crucial en nuestra comprensión del riesgo de asteroides. Lo que antes se consideraba una amenaza potencial se ha transformado en una oportunidad científica sin precedentes. Mientras Apophis se precipita a sólo 32.000 kilómetros de la Tierra, los científicos recopilarán datos valiosos que algún día podrían salvar a nuestro planeta de una amenaza cósmica real.
Apofis: de la amenaza a la oportunidad
Apophis, nombre derivado del dios egipcio del caos, fue descubierto en 2004. inicialmente, sus órbitas calculadas para 2029 y 2036 colocaron a la Tierra en una “zona de peligro” de colisión. Sin embargo, observaciones posteriores y detecciones de radar han refinado en gran medida las proyecciones orbitales. Ahora sabemos que el 13 de abril de 2029, Apophis se alejará de la Tierra por sólo 32.000 kilómetros. Una broma, si se tiene en cuenta que nuestros satélites geoestacionarios se encuentran a mayores distancias: por no hablar de la Luna. En la imagen (las distancias están a escala, los objetos celestes obviamente no) os podéis hacer una idea.
Tamaño e impacto potencial
Con un diámetro de unos 350 metros, Apophis es comparable en tamaño a un crucero moderno o a uno de los enormes portaaviones nucleares de Estados Unidos. Un impacto en tierra podría destruir un área del tamaño de un estado entero, mientras que un impacto en el mar provocaría tsunamis devastadores. Por eso, como el banco de pruebas es muy serio, la Agencia Espacial Europea (ESA) está planeando la misión RAMSES (Misión Rápida Apophis para la Seguridad Espacial) para estudiar Apophis durante su sobrevuelo. Como parte del Programa de Defensa Planetaria, la misión tiene como objetivo comprender mejor la composición y el comportamiento de los más de 1.000 asteroides "destructores de planetas" que se sabe que cruzan la órbita de la Tierra.
Poco tiempo, mucha motivación.
El corto plazo de cuatro años para la misión RAMSES no es del todo accidental. La ESA presenta este desafío como una “buena práctica” para un posible escenario del mundo real, preparando así a la comunidad científica para responder rápidamente a futuras amenazas. En otras palabras: aprendemos a responder rápidamente, dado que muchas veces no sabemos gestionar el largo plazo. ¿Puede ayudarnos?
Yo diría que sí: los astrónomos creen que han localizado alrededor del 95% de todos los asteroides que “matan planetas”, pero no el 100%. Y, evidentemente, lo que les preocupa es el 5% que falta, ya que uno podría surgir inesperadamente en cualquier momento. Sin embargo, una revisión reciente de todas las órbitas de asteroides amenazantes conocidas trajo buenas noticias: hasta donde sabemos, No se esperan impactos en los próximos 1.000 años.. ¿Y aparte de los asesinos? El riesgo de asteroides como Apophis es grave: todavía tienen el potencial de vaporizar un área de varios cientos de kilómetros de diámetro. De acuerdo a Sociedad planetaria , el impacto equivaldría a 1.000 megatones, o cientos de ojivas nucleares explotando todas en el mismo lugar.
Riesgo de asteroides: la frecuencia de los impactos
La Tierra atraviesa unas 10 toneladas de polvo interplanetario diariamente, lo que provoca meteoros visibles casi todas las noches. Objetos más grandes, desde el tamaño de guijarros hasta bolas de bolos, ingresa a la atmósfera tres o cuatro veces al día. Impactos de objetos del tamaño de un camión ocurren dos o tres veces cada siglo, como el evento de Chelyabinsk en Rusia en 2013. Asteroides de aproximadamente 150 metros de diámetro. son potencialmente devastadores, pero la probabilidad de un impacto es de aproximadamente uno cada 25.000 años. un impacto de un objeto de más de 1 km de diámetro Podría acabar con la civilización tal como la conocemos, pero la probabilidad es de una vez cada dos millones de años aproximadamente.
Mira y aprende
Para acelerar la misión RAMSES, la ESA propone reutilizar el diseño básico de una misión a un asteroide que ya está en proceso. Allá Sonda Hera Se espera que se lance en octubre. Su tarea es volver a visitar los asteroides dobles Didymos y Dimorphos, sujetos de un experimento de impacto (misión DARDO) en 2022.
El sobrevuelo de Apophis ofrece una oportunidad única para estudiar cómo se mantiene unida su superficie rocosa y observar las consecuencias del encuentro cercano con la gravedad de la Tierra. Como dice el astrónomo de la ESA patricio miguel: "Por primera vez, la naturaleza nos trae uno y realiza el experimento por sí sola". Además de RAMSES, ya la sonda OSIRIS-REx de la NASA (que recientemente envió muestras del asteroide Bennu en la Tierra) se dirige hacia Apophis. Se espera que llegue al asteroide aproximadamente un mes después de su paso por la Tierra en 2029 y permanezca cerca durante más de un año. Una de sus misiones será impactar la superficie de Apophis con uno de sus propulsores, permitiendo observar el material del subsuelo.
En resumen, el sobrevuelo de Apophis en 2029 es una oportunidad científica sin precedentes. Si antes era motivo de preocupación (todavía irracionalmente conservo un poco de ceño fruncido), ahora se considera un acontecimiento clave para mejorar nuestra comprensión del riesgo de asteroides y perfeccionar nuestras estrategias de defensa planetaria. Y sin siquiera Bruce Willis.