A 6000 metros bajo el nivel del mar, donde la luz del sol no se atreve a llegar, se está produciendo una revolución científica. Pequeños nódulos producen oxígeno de la nada, desafiando todo lo que creíamos saber sobre los orígenes de la vida en la Tierra.
Oxígeno oscuro: cuando la vida juega al escondite con la ciencia
¿Te imaginas la cara de Andres Sweetman, investigador de la Asociación Escocesa de Ciencias Marinas, cuando sus instrumentos empezaron a informar de la presencia de oxígeno donde no debería haberlo. Antes de publicar su estudio en Nature (si quieres profundizar más, lo enlazo aqui), su reacción fue bastante elocuente.
Cuando obtuvimos estos datos por primera vez, pensamos que los sensores estaban defectuosos porque cada estudio realizado en las profundidades del mar solo había visto que se consumía oxígeno en lugar de producirse.
Este oxígeno "oscuro" se origina en nódulos polimetálicos que varían del tamaño de un grano de arena al de una mano humana. No sólo son agradables de ver (si te gustan las rocas submarinas, supongo). Son auténticas minas andantes de cobalto, cobre, litio y manganeso. Las grandes empresas mineras los miran como un niño mira un pastel de chocolate. Y ahora parece que estos nódulos tienen un talento oculto aún más valioso: producir oxígeno a partir de la luz. Y eso no es todo.

La geobatería: plan B
Franz Geiger, experto en electroquímica de la Universidad Northwestern, decidió jugar con estos nódulos. ¿Y qué descubrió? Que producen electricidad. Sí, entendiste correctamente. Tenemos baterías naturales en el fondo del océano. Este descubrimiento podría reescribir la historia del origen de la vida en la Tierra. Hasta ahora pensábamos que la vida aeróbica comenzaba gracias al oxígeno que producían las plantas y las algas a través de la fotosíntesis. ¿Pero ahora? Pues ahora parece que todo este tiempo la vida también tuvo un plan B.
Un tesoro biológico (que a alguien le gustaría saquear)
Desafortunadamente, donde hay un tesoro, siempre hay alguien que quiere robarlo. Las empresas mineras ven estos nódulos como un premio gordo submarino. Pero Geiger advierte:
Necesitamos repensar cómo extraer estos materiales, para no agotar la fuente de oxígeno para la vida marina profunda.
Traducción: “Chicos, deténganse todos. Antes de destruir el ecosistema para hacer más batería, tal vez deberíamos pensarlo dos veces”.
Conclusión: cuando te sorprende el origen de la vida (6000 metros de profundidad)
Aqui estamos. Acabamos de descubrir que el origen de la vida pudo haber sido mucho más oscuro de lo que pensábamos. El oxígeno, el elemento que consideramos sinónimo de vida, también se produce en las profundidades del océano, en la oscuridad, por rocas que parecen patatas submarinas.
Qué poco sabemos todavía sobre nuestro planeta. El origen de la vida es una historia mucho más compleja y fascinante de lo esperado. Y tal vez, sólo tal vez, la próxima gran revelación no venga del espacio exterior, sino de las profundidades de nuestro propio planeta. Así que la próxima vez que mires al océano, recuerda: allí abajo, en total oscuridad, la vida sigue jugando a sorprendernos. Y está haciendo un muy buen trabajo.