Si te dijeran que el mejor masajeador del mundo es un robot, probablemente pensarías en uno de esos aparatos de telecompra que acaban en el desván tras dos usos. Pero espera hasta que te rías. Escapar ha creado un masajeador robótico que no sólo aprende de tus músculos, sino que promete no hacerte sentir como un pollo desnudo listo para ser desplumado. ¿Curioso? Abróchense los cinturones, emprendemos un viaje hacia el bienestar del futuro.
Cuando lo antiguo se encuentra con lo futurista (y deciden hacer amigos)
Tome una práctica de 5.000 años, mézclela con un poco de inteligencia artificial, agregue una pizca de robótica y listo. Acabas de crear el masajeador Aescape. Es como si la antigua medicina ayurvédica y Terminator tuvieran un prodigio dedicado a tu relajación.
Escapar, una empresa de robótica centrada en el bienestar, se ha unido Jaque al rey, una empresa de diseño, para renovar el arte del masaje. ¿El resultado? Un masajista que parece salido de “Regreso al futuro”, pero que promete hacerte sentir como si estuvieras en las manos expertas de un gurú indio del 3.000 a.C. quizá.

El masajista que aprende… de tus nudos
Antes de iniciar el masaje, esta maravilla tecnológica hace algo que ningún masajista humano ha hecho jamás: te escanea con sensores infrarrojos. Es como si te hicieran un TAC, pero en lugar de buscar enfermedades, busca puntos de tensión. Imagínate tener un masajista con visión de rayos X, pero sin el riesgo de que te mire los huesos (o algo peor).
El plus de este sistema está en el aprendizaje automático. Este masajeador robótico aprende mientras funciona, recopilando datos de todos los cuerpos que ha masajeado. Es como si cada espalda, cada hombro tenso, cada glúteo dolorido contribuyera a mejorar tu masaje. ¿Es un poco perturbador? Tal vez. Pero si el precio que pagas por un masaje perfecto es compartir la forma de tus músculos con una inteligencia artificial, bueno… puede que valga la pena.

Brazos cálidos y un corazón de silicona.
El masajeador Aescape no es una pieza de metal fría. Es decir, lo es, pero sus componentes blandos (reposacabezas, reposabrazos y soportes) se complementan con puntos de contacto calefactados llamados Aerpoints. Estos pequeños puntos calientes de presión tienen una forma que simula el corte de las palmas, el antebrazo o el codo de un masajista humano.
Y para los fanáticos del control, hay una interfaz de control digital debajo del reposacabezas. Puede ver en tiempo real hacia dónde van los Aerpoints y ajustar la presión en consecuencia. Es como un videojuego, pero en lugar de matar extraterrestres, estás matando la tensión muscular.
El masajista para los que odian que los toquen (sí, tú también existes)
Sabemos que hay personas que prefieren correr desnudas por un campo de cactus que la idea de quedarse medio desnudas mientras un extraño les masajea con las manos aceitosas. Pues Aescape también ha pensado en vosotros, almas modestas.
Con este masajeador robótico podrás mantener tu ropa puesta. O mejor dicho, puedes usarlo Aerowear, una prenda especial que permite que los brazos robóticos te masajeen sin fricción y sin aceite. ¿Estás feliz?
Ahora todo lo que tienes que hacer es probarlo. Alguien ya lo ha hecho: Nina Raemont del sitio ZDNet, Por ejemplo. Dijo que apreciaba la personalización de la presión y se sentía “en control del masaje”. Por supuesto, Raemont también notó que el robot no era perfecto para apuntar a nodos. Pero dale tiempo, ¿no?
Veredicto final: ¿hombre o máquina?
En última instancia, la pregunta es: ¿puede un robot realmente reemplazar el contacto humano? No lo creo, pero está muy cerca. Después de todo, los mismos masajistas humanos están entrenando a su reemplazo. Irónico, ¿verdad?
De cualquier manera, Aescape planea implementar su robot masajeador en hoteles, spas, oficinas corporativas y gimnasios. Por ahora, si quieres probar esta maravilla tecnológica, tendrás que dirigirte a una de las dos ubicaciones de "acceso temprano" en Nueva York. Pero no te preocupes, el futuro del masaje está llegando y está listo para cuidar de ti, ya seas un tecnófilo entusiasta o un tradicionalista escéptico.
Mientras tanto, si ves un robot con unas manos cálidas acercándose, no te preocupes: probablemente sólo quiera ayudarte a relajarte. O tal vez conquistar el mundo, un músculo a la vez.