En el laboratorio del MIT, el agua de mar acaba de convertirse en un valioso recurso energético. Con un poco de ingenio, unas latas recicladas y un chorrito de cafeína, los científicos acaban de abrir la puerta a un “cóctel” energético que puede convertirse en combustible. Gran Júpiter.
Alquimia moderna: transformando el agua en oro energético
¿Quién hubiera pensado que la próxima revolución energética nacería de un cóctel de agua salada, aluminio reciclado y una pizca de cafeína? Sin embargo, eso es exactamente lo que está sucediendo en los laboratorios del MIT. Los científicos acaban de publicar un estudio sobre Informes celulares Ciencias físicas (lo enlazo aqui) lo que hace que la alquimia parezca un juego de niños.
¿El secreto? Todo está en la química. Y también es sencillo. Al menos sobre el papel. Tome un poco de aluminio puro de sus latas de refresco, sumérjalo en agua de mar filtrada, agregue un toque de cafeína y listo: acaba de crear hidrógeno limpio. ¿Eh? ¿Dónde está el truco? Si esperas te lo cuento.
El ingrediente secreto
Antes de tirar las latas al mar con la esperanza de abastecer de combustible a su barco, hay un paso crucial a considerar. ingenieros del MIT trataron el aluminio con una aleación de galio-indio, Dos metales raros que hacen milagros.
Esta aleación actúa como una especie de “activador”, eliminando la capa de óxido que normalmente impide que el aluminio reaccione con el agua de mar. Parece fácil hacer un buen té. O mejor dicho, un café.
Café por favor. No, para mí no, para el hidrógeno.
¿Qué pasa con la cafeína? Una vez establecido que no es para mantener despiertos a los científicos durante las largas noches en el laboratorio, ¿cuál es su función? Agregar una pequeña cantidad de imidazol, un componente de la cafeína, acelera drásticamente la reacción.
¿Qué espectacular? Mucho. han pasado dos horas cinco minutos para producir hidrógeno. De hecho, la cafeína "da alas" a toda la reacción química.
¿Realmente funciona con agua de mar? Cuando la naturaleza colabora
No creas que los científicos se limitaron al agua de mar “domesticada” en el laboratorio. Probaron su proceso con agua "ordinaria", extraída de una playa local. ¿El resultado? Funciona perfectamente. La naturaleza, al parecer, está más que feliz de colaborar en esta revolución energética.
Un reactor de bolsillo para barcos y submarinos
Los científicos ya piensan en grande, o mejor dicho, en pequeño. Están desarrollando un reactor compacto que podría usarse en barcos o vehículos submarinos. Imagínese poder alimentar un barco entero con latas recicladas y el agua de mar en la que navega. Sería genial.
¿Y por qué entonces detenerse en los barcos? Esta tecnología podría aplicarse a camiones, trenes e incluso aviones. Y aún hay más: los investigadores están explorando la idea de extraer agua de la humedad del aire para producir hidrógeno. Imagínate ayudar a alimentar un coche con la humedad de un día de verano.
Hidrógeno Es muy difícil de almacenar y es muy inflamable. La belleza de este sistema es que produce hidrógeno según demanda, eliminando la necesidad de un almacenamiento peligroso.
El futuro sabe a agua de mar
Transformar los residuos en energía limpia, utilizando (no explotando, subrayo) recursos abundantes como el agua de mar, y haciéndolo de forma sostenible: es el sueño de todo ambientalista hecho realidad. Con un poco de ingenio, algunas latas de refresco usadas y un toque de cafeína, el MIT está allanando el camino hacia un futuro en el que la energía limpia podría estar literalmente al alcance de nuestra mano.