En 2030, los ojos del mundo se volverán hacia el cielo para presenciar un espectáculo tan impresionante como melancólico: el fin de la Estación Espacial Internacional. NASA e SpaceX están colaborando para orquestar este evento trascendental, con un contrato de 843 millones de dólares. Pero, ¿cómo se "destruye" una estructura del tamaño de un campo de fútbol que orbita a 400 km sobre el nivel del mar? ¿Y por qué es necesario hacer esto?
El contrato de “destrucción”
La NASA ha elegido a SpaceX para desarrollar y entregar un “vehículo de deorbitación”. Este vehículo tendrá la tarea crucial de desorbitar la Estación Espacial Internacional (ISS) de forma segura, garantizando que no haya riesgo de que la estación caiga sobre zonas pobladas de la Tierra.
El contrato para la próxima “destrucción” de la ISS es una inversión enorme pero necesaria. Si se pregunta por qué es necesario desorbitar un acuerdo como este en lugar de dejarlo donde está, sepa que hay muchas razones válidas.
¿Por qué desorbitar la ISS?
La decisión de sacar de órbita la ISS no se tomó a la ligera. Después de más de 20 años de servicio continuo, la Estación Espacial Internacional está llegando al final de su vida operativa. Mantener una estructura tan compleja en el espacio es cada vez más caro y arriesgado a medida que pasa el tiempo.
Desorbitar la ISS de forma controlada, antes de que surjan problemas (algunos impredecibles) es sin duda, con diferencia, la opción más segura y responsable. Dejarlo en órbita sin control podría provocar un reingreso incontrolado, con riesgos potenciales para las zonas pobladas de la Tierra.
Cómo funcionará la desorbitación de la estación espacial internacional
El proceso de desorbitación será complejo y delicado. ¿Una hoja de ruta plausible?
- SpaceX desarrollará el vehículo desorbitante.
- Una vez completado, la NASA asumirá la propiedad y el control.
- El vehículo se lanzará y se acoplará a la Estación Espacial Internacional.
- Controlará el descenso de la estación a la atmósfera terrestre.
- Durante el reingreso, tanto el vehículo como la ISS se desintegrarán de forma controlada.
El objetivo es garantizar que los restos que queden también caigan en zonas remotas del océano, lejos de las zonas pobladas.
No será nada fácil
Sacar de órbita una estructura del tamaño de la ISS presenta numerosos desafíos técnicos. La estación pesa aproximadamente 420 toneladas y tiene el tamaño de un campo de fútbol. Controlar su retorno requerirá cálculos precisos y tecnología de punta.
El vehículo desorbitante deberá poder acoplarse de forma segura a la ISS, proporcionarle el empuje necesario para bajar la órbita, mantener el control durante todo el proceso de reingreso y resistir. ¿En qué? Al volver a entrar en la atmósfera, evidentemente: fuerzas muy intensas y calor infernal.
Estación Espacial Internacional, su fin es un comienzo
El "retiro" de la ISS marca el cierre de una era en la exploración espacial, pero también abre nuevas oportunidades. La NASA y otras agencias espaciales ya están planificando la próxima generación de estaciones espaciales, incluida la Portal lunar, que orbitará alrededor de la Luna.
Esta transición permitirá que las lecciones aprendidas de la ISS se apliquen a nuevos proyectos, ampliando aún más los límites de la exploración humana en el espacio. Esperemos con la ayuda de particulares. Mientras tanto, una despedida respetuosa y agradecida: la Estación Espacial Internacional ha desempeñado un papel crucial en el avance de la ciencia y la promoción de la cooperación internacional. Durante más de 20 años, ha acogido a astronautas de todo el mundo, realizando experimentos innovadores en microgravedad.
Su legado incluye descubrimientos científicos en diversos campos, desde la biología hasta la física. En la ISS, los investigadores han desarrollado y probado muchas tecnologías para la vida en el espacio, inspirando a generaciones de científicos e ingenieros. ¡Lo extrañaremos! Un poco menos para China, que avanzó en desarrollo su propia estación espacial, actualmente el más avanzado.
Mirando hacia el futuro
En 2030, cuando la Estación Espacial Internacional trace su brillante estela en el cielo por última vez, no será simplemente un adiós. Será una celebración de todo lo que la humanidad puede lograr cuando trabaja junta y un recordatorio de que incluso las empresas más grandes tienen un principio y un final.
¡Hasta pronto!