En 2050, su vuelo transcontinental podría funcionar no con queroseno, sino con rayos de microondas invisibles. Esta tecnología, que parece sacada de una novela de ciencia ficción, se perfila como una propuesta seria para revolucionar la aviación. ¿Cómo funciona exactamente esta tecnología de microondas para aviones? ¿Es realmente factible? Lo único que tienes que hacer es curiosear un poco y ver de qué se trata.
El principio de funcionamiento: energía inalámbrica para aviones
En lugar de almacenar toda la energía necesaria para el vuelo a bordo del avión, ¿por qué no transmitirla de forma inalámbrica desde tierra? Utilizando potentes haces de microondas, la energía se enviaría desde grandes antenas en tierra directamente al avión en vuelo. Este es el quid de la idea, que se basa en tecnologías ya existentes: por ejemplo, conjuntos de antenas en fase, comúnmente utilizadas en radares. Estos conjuntos pueden concentrar energía en un haz estrecho y orientable, capaz de seguir al avión mientras viaja.
Sin embargo, para hacer realidad esta visión, los ingenieros tendrían que superar desafíos formidables. Las antenas terrestres de transmisión tendrían que ser enormes, con diámetros de cientos de metros. Serían tan grandes como los estadios de fútbol repartidos a lo largo de las rutas aéreas. Además, el mismo avión debería estar equipado con una antena receptora (llamada “rectena”) integrada en su estructura, capaz de convertir las microondas en electricidad para alimentar los motores. Una rectina que debería ser increíblemente eficiente y ligera, sin comprometer la aerodinámica del avión.
Tecnología de microondas, pensemos un segundo
Un avión de pasajeros típico requiere unos 30 megavatios de potencia en el momento del despegue. Transmitir esta cantidad de energía a través del aire de forma segura y eficiente es un gran desafío. Se espera que la densidad de potencia en el receptor de la aeronave sea extremadamente alta, lo que requerirá tecnologías de conversión de energía de vanguardia. Esto daría lugar a preocupaciones obvias en materia de seguridad: ¿cómo proteger a los pasajeros de la radiación de microondas? ¿Y qué pasaría con los pájaros que vuelan a través del rayo de energía?
Por decirlo suavemente, la implementación de la tecnología de microondas requeriría un replanteamiento completo de la infraestructura de la aviación. Se necesitarían cientos, si no miles, de estaciones de transmisión a lo largo de las rutas aéreas, incluidas plataformas flotantes para vuelos transoceánicos. Los desafíos regulatorios, entonces, serían igualmente significativos. Para permitir el uso de haces de microondas tan potentes, sería necesario revisar completamente las normas actuales sobre transmisión de radio.
Comparación con otras soluciones de aviación sostenible
A pesar de los desafíos, la tecnología de microondas para la aviación podría ofrecer ventajas significativas sobre otras propuestas para descarbonizar el sector:
- Aviones eléctricos de batería: Actualmente, las baterías tienen una densidad de energía demasiado baja para vuelos comerciales de largo alcance.
- hidrógeno: presenta desafíos de seguridad y requiere cambios sustanciales en las aeronaves y la infraestructura aeroportuaria.
- Combustibles sintéticos y biocombustibles: pueden ser más costosos y no eliminar por completo los impactos climáticos.
La tecnología de microondas, aunque más radical, podría ofrecer una solución de cero emisiones sin comprometer el rendimiento de los aviones actuales.
Progresos recientes y perspectivas de futuro
Algunos experimentos recientes están demostrando el potencial de esta tecnología que, en verdad, tiene orígenes lejanos. La NASA tiene el primer récord con un experimento de 1975 , cuando transmitió 30 kilovatios de potencia a lo largo de 1,5 kilómetros con una antena del tamaño de una casa. en 2022, la puesta en marcha emrod transmitir con éxito 550 vatios de potencia a través de 36 metros con 95% de eficiencia. Aunque todavía está lejos de los megavatios necesarios para un avión comercial, representa un paso importante.
Conclusión: todavía es pronto para la tecnología de microondas, pero felicidades por su valentía
La tecnología de microondas para propulsar aviones es sin duda una idea audaz. Puede que nunca se convierta en una realidad o que se requieran décadas de desarrollo antes de que sea viable. Lo pongo entre las soluciones radicales. Sin embargo, se convierta o no en una solución viable, explorar estas ideas innovadoras es esencial para llevarnos hacia un futuro de la aviación verdaderamente sostenible. Quizás, algún día, mirando por la ventanilla de un avión, en lugar de ver las alas llenas de combustible, veamos el brillo casi imperceptible de un haz de microondas que nos llevará a nuestro destino, de una forma completamente nueva y limpia. O tal vez no.