Un nuevo sol acaba de empezar a brillar en el corazón de Shanghai: es artificial y no se puede ver a simple vista, pero su potencial podría iluminar el futuro energético del planeta. HH70, el primer tokamak superconductor de alta temperatura del mundo, acaba de ser encendido. Esta máquina, que parece sacada de una película de ciencia ficción, podría ser la clave para desbloquear el poder de la energía de fusión nuclear limpia. ¿Cómo funciona y por qué es tan importante?
El tokamak HH70: un gran avance en energías limpias
El HH70 es un dispositivo revolucionario desarrollado por Singularidad energética, una empresa china fundada en 2021. Este tokamak utiliza materiales superconductores de alta temperatura, conocidos como REBCO (Óxido de cobre y bario de tierras raras), para crear potentes campos magnéticos capaces de contener plasma a temperaturas extremas.
La verdadera innovación del HH70 es en su tamaño pequeño y con costos más bajos que los tokamaks tradicionales. Ocupando sólo el 2% del volumen de sus predecesores, el HH70 podría hacer más accesible la investigación sobre la fusión nuclear y acelerar el desarrollo de esta prometedora fuente de energía limpia.
Cómo funciona un tokamak: replicando estrellas en la Tierra
Un tokamak es esencialmente un dispositivo diseñado para contener y controlar la fusión nuclear, el mismo proceso que alimenta las estrellas. Dentro de su cámara en forma de rosquilla, el plasma se calienta a temperaturas extremas y está confinado por potentes campos magnéticos.
¿El objetivo? Fusionar átomos de hidrógeno para crear helio, liberando enormes cantidades de energía en el proceso. Esta energía podría luego convertirse en electricidad, proporcionando una fuente de energía limpia, seguro y prácticamente inagotable.

Energía limpia: la importancia del factor Q
En el mundo de fusión nuclear, la “factor Q” es un parámetro crucial. Representa la relación entre la energía producida por la reacción de fusión y la energía necesaria para mantenerla. Una Q mayor que 1 indica que la reacción produce más energía de la que consume, un objetivo clave para hacer de la fusión una fuente de energía viable.
Energy Singularity pretende alcanzar un factor Q de 10 con sus futuros tokamaks. Suspendo el juicio sobre la afirmación: me limitaré a decir sólo dos cosas. En primer lugar, por decirlo suavemente: es un objetivo muy, muy, muy (suma 10 “muy”) ambicioso. En segundo lugar, si se concreta, podría marcar un punto de inflexión decisivo en el campo de la energía limpia. Corrección: podría poner el mundo patas arriba. Quien pudiera viajar al futuro 50 años después de la introducción de dicha tecnología ya no reconocería el planeta.
HH70 de la investigación a la realidad: hay una hoja de ruta
Energy Singularity ha esbozado un ambicioso plan de futuro. La empresa pretende construir un tokamak de próxima generación por 2027 y completar un demostrador de tecnología para finales de la década. Estos objetivos, si se logran, son dos etapas decididamente "aceleradas" respecto a las previsiones.
Por eso es importante mantener una perspectiva realista. A pesar de los prometedores avances, la fusión nuclear controlada sigue siendo un desafío técnico formidable. Todavía quedan muchos obstáculos por superar antes de que esta tecnología pueda convertirse en una fuente de energía viable a gran escala.
Después de todo, es “sólo” una fuente segura, prácticamente ilimitada, de energía limpia y sin residuos radiactivos.