Piense en cuánta energía desperdiciamos cada día: luces encendidas en habitaciones vacías, agua caliente corriendo inútilmente, comida que termina en la basura. Ahora imaginemos poder eliminar casi por completo los residuos en uno de los procesos que consumen más energía: la producción de hidrógeno limpio. Limpio, verde. Llámalo como quieras: hidrógeno producido sin emisiones. La startup australiana hysata creó un sistema de electrólisis capilar con una eficiencia estelar del 95%, lo que hace que el 70-80% de los sistemas tradicionales palidezca en comparación. ¿El resultado? El hidrógeno es más barato y sostenible que nunca. ¿Pero será suficiente para superar los desafíos del mercado?
La eficiencia energética como clave para un futuro sostenible
Ya no podemos darnos el lujo de desperdiciar recursos preciosos, especialmente cuando se trata de energía renovable. Por eso levanto mis antenas ante la noticia de un electrolizador capilar que promete revolucionar la producción de hidrógeno verde.
Tradicionalmente, Para generar 1 kg de hidrógeno limpio, capaz de almacenar 39,4 kWh de energía, se necesitan aproximadamente 52,5 kWh de electricidad. Esto significa desperdiciar entre el 20 y el 30% de la energía utilizada. Un lujo que ya no podemos permitirnos, tanto desde el punto de vista medioambiental como económico. Sin embargo, con el sistema Hysata, 41,5 kWh son suficientes para la misma cantidad de H2: una eficiencia del 95%, un logro sin precedentes.
Hidrógeno limpio con 95% de eficiencia: la tecnología utilizada
¿Cómo funciona exactamente el electrolizador de esta startup? El secreto está en eliminar las burbujas de gas (hidrógeno y oxígeno) que se forman en el electrolito entre ánodo y cátodo. Estas burbujas, al ser no conductoras, aumentan la resistencia del sistema y provocan gran parte del desperdicio de energía. Hysata ha diseñado un dispositivo en el que el electrolito se mantiene en el fondo y se absorbe por capilaridad a través de un separador hidrófilo poroso colocado entre los electrodos. Estos últimos tienen pleno contacto con el electrolito en el lado interno y una cámara seca en el externo. Así, cuando el agua sube y se desdobla, los gases no tienen nada por donde pasar: la resistencia se reduce drásticamente y la eficiencia se dispara (llegando incluso al 98% en condiciones de laboratorio). Voy a vincular el estudio aquí).
La promesa de Hysata no ha pasado desapercibida a los ojos de los inversores. Recientemente, la empresa obtuvo la friolera de 111 millones de dólares en financiación. Fondos que se utilizarán para ampliar la capacidad de producción de su planta en Wollongong, Australia, y seguir desarrollando la tecnología, con el objetivo de alcanzar una producción a escala de gigavatios. Una fuerte señal del mercado sobre un posible punto de inflexión en el sector del hidrógeno limpio. Por otro lado, reducir los costos de producción es un paso crucial para hacerH2 renovable competitivo con los combustibles fósiles y las baterías en aplicaciones cruciales, desde la industria pesada hasta el transporte de larga distancia.
Los retos a afrontar en un mercado en evolución
A pesar del éxito tecnológico y el entusiasmo de los inversores, Hysata tendrá que hacer frente a un mercado del hidrógeno verde aún inmaduro y sujeto a incertidumbre. Como lo destaca un informe reciente de BloombergNEF, el problema actual no es tanto la oferta o la eficiencia de los electrolizadores, sino la demanda. De hecho, muchos desarrolladores están retrasando o cancelando pedidos debido a una serie de factores, incluido el lento despliegue de incentivos gubernamentales en EE.UU. y la UE. Un escenario que ha puesto en dificultades a varios fabricantes de electrolizadores, con pérdidas de hasta 1,4 millones de dólares en 2022.
Hysata, con su tecnología de vanguardia y las ventajas económicas que conlleva, puede estar en una posición ventajosa para navegar en estas aguas turbulentas. Pero tendrá que demostrar que puede escalar rápidamente la producción y que podrá aprovechar las oportunidades que surgirán en un mercado aún por construir.
Hidrógeno limpio, un futuro sin emisiones
Recibo cada vez más informes en esta dirección y estoy empezando a ver una imagen. El hidrógeno verde desempeñará un papel clave en la transición hacia una economía descarbonizada. Tecnologías como la de Hysata, capaces de minimizar los residuos y optimizar el uso de la preciada energía renovable, serán clave para acelerar este proceso.
Por supuesto, la eficiencia del sistema de electrólisis es sólo una pieza del complejo rompecabezas de la economía limpia del hidrógeno. Quedan pendientes desafíos relacionados con el almacenamiento, el transporte y la conversión en electricidad. Pero cada paso adelante, cada desperdicio eliminado, nos acerca a ese objetivo que ya no podemos posponer: un futuro sin emisiones, en el que la energía limpia fluya tan abundantemente como el agua.