Un “Airbus de fertilizantes” para desafiar la dependencia de Europa de Rusia. Así han bautizado algunos medios franceses el ambicioso proyecto anunciado por el presidente Emmanuel Macron en la cumbre “Choose France”, el encuentro anual con líderes empresariales internacionales en el Castillo de Versalles.
Se trata de una planta de 1,3 millones de euros para la producción de fertilizantes nitrogenados bajos en carbono, fruto de un consorcio europeo en el que participan empresas líderes de los sectores energético y agroalimentario. ¿El objetivo? Reducir las importaciones francesas de fertilizantes procedentes de Rusia en un 30%, en consonancia con los objetivos de descarbonización de la UE.
Cuestión de soberanía alimentaria
El acceso a los fertilizantes se ha convertido en una cuestión crucial para la agricultura europea desde principios de siglo. conflicto en ucrania. De hecho, Rusia y Bielorrusia son los mayores proveedores de estos productos a la UE, lo que crea una situación de dependencia que ha resultado problemática. Los fertilizantes nitrogenados, en particular, dependen en gran medida del gas natural y se han convertido en un símbolo de la dependencia de Europa de Moscú.
Secondo un informe reciente de Eurostat, el gas natural licuado y los fertilizantes son las únicas importaciones rusas que no disminuyen. Aunque la tendencia está a la baja este año, los fertilizantes nitrogenados todavía representan casi un tercio de las importaciones totales de la UE.
En este contexto, el proyecto anunciado por Macron adquiere una importancia estratégica.
Se trata de una primicia mundial para la descarbonización de nuestra agricultura y para nuestra soberanía alimentaria.
Roland lescure, Ministro francés de Industria y Energía en una entrevista con la Tribuna
Un consorcio multinacional para un proyecto ambicioso
La construcción de esta ambiciosa planta estará a cargo de la empresa española FertigHy, que eligió a Francia para posicionarse como líder en la producción de fertilizantes bajos en carbono. Lo respalda un consorcio de inversores fundadores de varios países europeos.
¿Quién será parte de ello?
El especialista español en energía solar RIC energía. La empresa de ingeniería italiana Maire Tecnimont, Servicios financieros de Siemens de Alemania, el grupo comercial agrícola francés En Vivo, el grupo Fuelle y la cervecería holandesa Heineken. Precisamente esta composición multinacional ha empujado a algunos medios franceses a rebautizar el proyecto como "Airbus de los fertilizantes", inspirándose en el nombre del consorcio aeroespacial europeo.
La planta pretende producir 500.000 toneladas de fertilizantes nitrogenados anualmente a partir de 2030 en la región de Hauts de France. Se espera que la construcción comience en 2027. Según FertigHy, la planta cubrirá alrededor del 10% del consumo del sector agrícola francés. Tras la planta francesa, FertigHy prevé construir una segunda en España.
Fertilizantes para la política y el medio ambiente
La producción de fertilizantes es un proceso que consume mucha energía y la ambición de FertigHy es alinearse con los objetivos de descarbonización de la UE y la Estrategia Europea de Fertilizantes, presentada en noviembre de 2022. El documento insta a la Unión Europea a liberarnos de la dependencia de los fertilizantes rusos, pero desarrollar sistemas más respetuosos con el medio ambiente. alternativas.
La innovación clave del proyecto reside en la sustitución del hidrógeno, actualmente producido a partir de gas natural, por hidrógeno producido a partir de electricidad. Por este motivo, la planta utilizará electricidad generada a partir de fuentes nucleares y renovables, emitiendo niveles reducidos de CO2.
Los fertilizantes, un desafío para Europa
El proyecto anunciado por Macron representa un desafío ambicioso para Europa, no sólo desde el punto de vista tecnológico e industrial, sino también geopolítico. De hecho, se trata de un paso concreto hacia una mayor autonomía estratégica de la UE en un sector clave como la agricultura, reduciendo la dependencia de proveedores externos, en particular de Rusia.
Hay que decirlo: el camino hacia la plena independencia de los fertilizantes rusos es todavía largo, pero el "Airbus de los fertilizantes" es un primer e importante paso en esta dirección. Si tiene éxito, podría convertirse en un modelo para otros proyectos similares en Europa, ayudando a rediseñar el mapa de las dependencias estratégicas del continente.
Y cambiará el rostro de la agricultura europea en el siglo XXI.