Lo sabes: con el tiempo todos los sistemas de reparación de nuestro cuerpo se deterioran, nuestro ADN y proteínas acumulan daño, el metabolismo se tambalea y las células dejan de hacer su trabajo. Así es la vida, belleza.
Todos vamos camino de la salida, pero las investigaciones con gusanos, moscas, ratones y monos muestran que ir a esta velocidad no es inevitable. Los cambios en la dieta y el estilo de vida (y, tal vez, los próximos medicamentos antienvejecimiento) pueden frenar el deterioro y brindarnos muchos más años de vida, especialmente años saludables.
Un freno al envejecimiento
Un nuevo descubrimiento sugiere que una proteína en el cerebro puede ser un interruptor para controlar la inflamación y, con ella, muchos síntomas y consecuencias del envejecimiento. Si los científicos logran descubrir cómo distribuirlo de forma segura entre los humanos, finalmente habremos puesto el primer freno importante al proceso de envejecimiento.
¿Cómo funciona la investigación realizada por Lieja Leng en el Instituto de Neurociencia de la Universidad de Xiamen en China (te lo enlazo aqui)? Todo comienza con el estudio del “cerebro inflamado”: muchas enfermedades de la edad avanzada se asocian con una inflamación crónica de bajo nivel en el cerebro, los órganos, las articulaciones y el sistema circulatorio. Un fenómeno a veces llamado “inflamatorio”.
Bajar la inflamación
Inflamación en la parte del cerebro llamada hipotálamo ventromedial, o VMH, parece desempeñar un papel muy importante en el envejecimiento de todo el cuerpo. El VMH tiene una amplia gama de funciones, entre ellas el control del apetito, la temperatura corporal y el metabolismo de la glucosa: por eso, cuando funciona mal afecta a todo lo demás.
Bueno, la investigación en ratones condujo primero al descubrimiento de una proteína en las células VMH, llamada Menin, que actúa como un pedal de freno para reducir la inflamación y ralentizar el ritmo de envejecimiento.
¿En resumen? Los niveles altos de proteína protegen a los ratones del adelgazamiento de la piel, la pérdida ósea, la pérdida de memoria e incluso la depresión. Los niveles bajos aceleran el envejecimiento. Esto puede deberse a que Menin es una "proteína de andamio" que regula la actividad de múltiples enzimas y genes implicados en la inflamación y el metabolismo.
Hermosas perspectivas
"Creemos que la disminución de la expresión de Menin en el hipotálamo puede ser uno de los impulsores del envejecimiento", dice Leng.
La menina puede ser la proteína clave que conecta los factores genéticos, inflamatorios y metabólicos del envejecimiento. Y no se trataría de un simple freno: al favorecer la producción de un neurotransmisor llamado D-serina, Menin desencadena una "espiral virtuosa" que también acelera la recuperación cognitiva.
La idea de que la inflamación crónica de bajo nivel en el hipotálamo impulsa el envejecimiento no es nueva. Hace ya 10 años, en 2013, otro grupo de investigadores concluyó que suprimir la inflamación en el hipotálamo podría optimizar la esperanza de vida y combatir las enfermedades relacionadas con la edad.
El descubrimiento de la función fisiológica de la proteína Menin es un punto de inflexión importante en consonancia con estos hallazgos y merece toda nuestra atención.
¿Qué podemos hacer mientras tanto?
Para frenar el envejecimiento y dar tiempo a los investigadores para lograr más avances, hay varias cosas que podemos hacer.
En este momento hay abundante evidencia de estudios de gusanos nematodos, moscas de la fruta, roedores y monos de que una severa restricción de la ingesta de calorías (sin dejar de lado los nutrientes esenciales) puede combatir las enfermedades relacionadas con la edad y aumentar la esperanza de vida revitalizando los sistemas de reparación del cuerpo.
Desafortunadamente, para los humanos un restricción calórica demasiado grave provoca efectos secundarios: falta de energía y reducción de la libido para todos. Un estudio reciente encontró que reducciones más moderadas en la ingesta de calorías pueden proporcionar algunas mejoras en los signos del envejecimiento sin muchos inconvenientes.
Ayuno intermitente y alimentación por tiempo limitado? “Imitan” la restricción calórica, pero aún está por verse si funcionan a largo plazo.
Farmaci tal como rapamicina, la metformina y resveratrol parecen candidatos prometedores para reducir las enfermedades relacionadas con la edad y frenar el envejecimiento alargando la vida. Una vez más, queda por establecer la seguridad y eficacia a largo plazo.
El denominador común "freno": inflamación
¿Qué pasa con aquellos que tienen aversión a las dietas estrictas y a los medicamentos antienvejecimiento? Entre las formas más sencillas de combatir la inflamación se encuentra, evidentemente, el ejercicio físico, reduciendo las grasas saturadas y aumentando las grasas poliinsaturadas.
En resumen: cuidemos el hipotálamo mientras los investigadores hacen su trabajo.