Las energías renovables están en constante evolución, con nuevas tecnologías y estrategias innovadoras que surgen regularmente. La energía eólica es la industria más dinámica y hoy estamos explorando dos nuevas empresas que están impulsando la transformación.
Icewind, una turbina “achaparrada” del tamaño de una nevera
Hay una startup islandesa, Viento helado, que desarrolló una microturbina eólica que parece un cilindro curvo abierto que gira dentro de una estructura metálica. Este no es un gigante energético. Lejos de ahi. Se trata de un sistema del tamaño de un frigorífico doméstico.
Icewind ya ha recaudado 4 millones de euros en financiación y con sólo tres empleados ya está trabajando a todo vapor. Su parque eólico utiliza generadores de alto par, lo que significa que giran bastante lentamente y, sin embargo, generan 600 vatios con vientos de 10 metros por segundo. No es mucho, pero combinando varias turbinas se podría alimentar por completo una antena de teléfono móvil.
Energía eólica para telecomunicaciones
Hay aproximadamente un millón de torres de telecomunicaciones en todo el mundo ubicadas en lugares con conexiones a la red eléctrica deficientes o incluso inexistentes. En estas zonas, las torres de telecomunicaciones funcionan con generadores diésel, pero el sector busca constantemente alternativas más limpias. Y aquí es donde entra en juego la energía eólica de Icewind: las instalaciones estarán en el mercado este año por unos 8.000 euros cada una.
Modvion, aerogeneradores gigantes de madera
Los grandes aerogeneradores están alcanzando proporciones gigantescas: el más alto alcanza ahora casi 300 metros de altura donde se unen las tres aspas.
Esta circunstancia multiplica los problemas: la construcción y transporte de estas enormes estructuras se vuelve cada vez más difícil debido a su tamaño y peso. Los materiales tradicionales requieren refuerzos especiales para turbinas más grandes. "El peso de la estructura en sí se convierte en un problema", dice. Otto Lundmann, co-fundador y CEO de Modvión.
Su startup ha desarrollado una forma de construir torres de turbinas utilizando el material más clásico: la madera. En concreto, chapa de madera laminada. Lundman lo describe como una especie de “contrachapado a gran escala”. Estas capas de madera pegadas entre sí son fuertes y relativamente ligeras, lo que permite la construcción de un parque eólico aproximadamente un 30% más ligero que las versiones tradicionales.
Turbinas de madera: energía eólica sostenible
El enfoque de Modvion es construir torres modulares en forma de secciones circulares, que puedan enviarse fácilmente y luego apilarse unas sobre otras en el sitio. Un poco como el viejo juego “Torres de Hanoi”. La startup tiene 34 empleados y hasta la fecha ha recaudado 210 millones de coronas suecas (18,8 millones de euros) en financiación.
Además: la madera es un material que atrapa CO2, y podría contribuir así a mitigar el cambio climático. Lo negativo: sin una gestión cuidadosa, la producción en masa de este parque eólico "de madera" podría socavar la biodiversidad de los bosques.
¿Será la verdadera gloria?
En última instancia, tanto Icewind como Modvion están reescribiendo las reglas de la energía eólica. Ya sea que el futuro sople sobre turbinas eólicas tan pequeñas como un refrigerador o tan altas como rascacielos, la transformación de la energía eólica está en pleno apogeo.