Estados Unidos se está convirtiendo en un enorme campo de batalla. Los asesinatos en masa cada vez más frecuentes están transformando lugares comunes como centros comerciales y escuelas en verdaderas zonas de guerra, bajo la mirada medio vigilante del lobby de las armas y los políticos.
El último tiroteo en un centro comercial de Texas se produjo ayer, con 8 muertos. El tiroteo masivo número 199 del año, y estamos apenas a principios de mayo. El ritmo al que se están desarrollando estas tragedias es asombroso, y es probable que la cantidad de muertes por armas de fuego en 2023 se acerque a la de los soldados estadounidenses muertos en Vietnam. en casi una década.
La respuesta política: oraciones e inercia
En lugar de tomar medidas concretas para abordar el problema, muchos políticos prefieren ofrecer oraciones y palabras vacías. congresista republicano yo mismo, por ejemplo: después del tiroteo en Texas dijo que “todo está en manos de Dios y no hay nada que podamos hacer al respecto”. Incluso el gobernador de Texas, Greg Abbott, se limita a expresar solidaridad y hablar de "tragedia inexplicable", sin proponer soluciones concretas. ¿Pero estamos seguros? ¿Es la situación realmente inexplicable? ¿Y está en manos de Dios o de los hombres? Tú haces.
Mientras tanto, el lobby de las armas sigue prosperando y las empresas continúan produciendo armas cada vez más letales. El año pasado, el Lanza Sig Sauer MCX, una versión “civil” del nuevo rifle XM7 del ejército estadounidense. esta arma, que cuesta 4.200 dólares, tiene el doble de potencia que un AR-15 y es capaz de perforar materiales como el Kevlar. Lo pagas, lo recoges, te lo llevas a casa. Por la libertad.
Lobby poderoso, sociedad armada e indefensa
El triste panorama viene surgiendo desde hace bastante tiempo, pero ya se presenta con toda su claridad varias veces al mes. Los ingredientes de la degradación están todos ahí: un lobby que "bendice" armas capaces de infligir muerte y destrucción de una manera aún más violenta, políticos que se esconden detrás de discursos vacíos y la normalización del terror. ¿Dónde? En todos lados. Principalmente, en colegios y centros comerciales.
En 2021, Texas aprobó una ley que permite a los texanos portar armas en público sin un permiso o la licencia requerida por un permiso, y otra ley que prohíbe a las agencias de teatro y a los gobiernos locales hacer cumplir nuevas reglas federales sobre armas (leíste bien: PROHIBIDO hacer cumplir las reglas). Lo llaman "libertad". En estas condiciones, la libertad de la que hablan los defensores de las armas parece ser sólo una ilusión.
En cambio, nos enfrentamos a una situación en la que cada viaje al centro comercial o cada día en la escuela representa un riesgo significativo para la seguridad y la vida de las personas. El lobby de las armas y la política estadounidense casi parecen aceptar este escenario como un mecanismo de control social. Quieren un país donde vivir con miedo constante sea la norma, no la excepción.
Prohibido rendirse
Hay un lado positivo. Hay muchos ciudadanos, activistas y políticos que trabajan para promover una legislación de control de armas más estricta y concienciar al público sobre el tema. ¿Las propuestas sobre la mesa? Siempre igual, desde hace mucho tiempo.
- Controles más profundos de los compradores de armas, con un enfoque en los antecedentes penales y la salud mental.
- Limite la venta de armas de fuego y municiones de alta capacidad, que a menudo aparecen en tiroteos masivos.
- Fortalecer las leyes de almacenamiento seguro de armas para reducir el riesgo de acceso no autorizado y accidentes domésticos.
- Programas de transferencia voluntaria de armas, para reducir el número de armas en circulación.
- Inversiones en investigación y desarrollo de tecnologías de seguridad de armas de fuego, comoarmas inteligentes”que sólo puede ser utilizado por los propietarios.
Todas medidas que, desde el punto de vista de un europeo, no son decisivas. Sin embargo, si se adoptan y aplican adecuadamente, podrían ayudar a reducir significativamente el número de tiroteos y muertes por armas de fuego en Estados Unidos. Sin embargo, el hecho es que necesitamos romper el círculo vicioso entre el lobby y la política. Los ciudadanos deben unirse para exigir acciones concretas e inmediatas, y deben hacerlo con firmeza.
Hasta que haya una reacción colectiva real, el miedo será el compañero diario de los estadounidenses y los tiroteos masivos seguirán siendo la normalidad trágica, inhumana e inaceptable.