Hace un tiempo les hablé de escenarios futuros de un mundo en el que cada uno de nosotros pueda contar con un asistente virtual personal. en previsiones de esa publicación Planteé la hipótesis de un año "fundamental" para este cambio: 2032. Fue apenas en febrero pasado: en los últimos 3 meses la situación ha seguido acelerándose hasta el punto de que situaría esta transición mucho antes, ahora. Ya estamos en presencia de una nueva era. Una era en la que los chatbots y la inteligencia artificial (IA) están redefiniendo las reglas del juego. Estas figuras digitales, que podríamos comparar con los buenos bartenders de nuestro lugar favorito, estarán listas para brindarnos asistencia 24 horas al día, 7 días a la semana, atendiendo multitud de solicitudes al mismo tiempo. ¿En una palabra? Marketing relacional.
¿Qué es el marketing relacional?
Pequeña nota, para aquellos que no saben lo que es: el marketing relacional es una estrategia comercial que se enfoca en construir relaciones duraderas con los clientes, para alentarlos a convertirse en clientes leales a largo plazo. Este tipo de marketing tiene que ver con construir una conexión personal y comprender las necesidades específicas del cliente, en lugar de promocionar un solo producto o servicio.
Estábamos hablando de chatbots. Esos pequeños ayudantes virtuales que nunca duermen brindan a las empresas perspectivas únicas sobre cómo interactuar y establecer vínculos con los clientes; irán mucho más allá de simplemente responder. Se convertirán en “adivinos” electrónicos capaces de predecir las mil variables que influyen en el proceso de venta o en la atención al cliente.
Será gracias a la llamada "inteligencia artificial causal": una especie de "detective" que utiliza relaciones causa-efecto para crear sistemas de IA capaces de actuar con cada vez mayor autonomía, sin necesitar de nuestra ayuda. Sustituyendo, como bien sabéis, varios puestos de trabajo actuales.
¿Cuanto?
Muchos. Prepárense: se estima que para 2030, 75% de las profesiones actuales Es posible que ya no exista debido al impacto de la inteligencia artificial. Es una enormidad, un cataclismo inmenso. Las empresas se están preparando para esta revolución digital desarrollando chatbots y sistemas de inteligencia artificial a medida para automatizar algunos procesos de trabajo. Por otro lado, la "respuesta" que deberíamos dar a este cambio es más lenta, lo cual es una respuesta de origen cultural. Se necesita mucha más formación en IA.
Cursos para aprender a gestionar el trabajo, optimizarlo, supervisarlo con la ayuda de estas nuevas tecnologías. Caminos que crean figuras ya esbozadas como la del ingeniero puntual, o la del sintógrafo (respectivamente: ingeniería puntual para intérpretes de idiomas y gestión de medios generativos). Textos y códigos para formar la próxima generación de expertos en ética, que nos ayudarán a "mantener la IA bajo control" y evitar que se exceda. En otras palabras: las herramientas que sirven para fortalecer profesiones que aún no existen, para ofrecer la oportunidad de trabajar a quienes actualmente desempeñan profesiones que ya no existirán.
Mientras tanto, el progreso
En el campo del marketing, no hay duda de que chatterbot serán la primera línea de un cambio de época. Una transformación que introducirá conceptos como la "empatía digital", la capacidad (para una máquina, no lo olvidemos) de establecer una "conexión emocional" con un interlocutor humano. Como ya hemos mencionado, el marketing relacional a la enésima potencia. El arte de atraer clientes y crear conexiones duraderas.
Los chatbots estarán listos para ofrecer la ayuda, el servicio y el producto adecuados. Y hacérselo a la persona adecuada, en el momento adecuado. ¿Te imaginas cómo cambiará la relación de las personas con sus marcas de referencia? Ya veo grupos de Whatsapp en los que, además de familiares y amigos, encontramos fabricantes de coches, compañías de seguros, restaurantes y otras marcas con las que podemos hablar como si estuviéramos delante de una persona, para preguntarle novedades sobre nuestro coche o decir que la próxima vez el chef tendrá que hacernos la carne bien cocida. ¿Te parece esto absurdo? Cierto. Hoy.
En resumen: marketing relacional, un viaje sin retorno
Ya lo sabes: los chatbots y la IA llegaron para quedarse. Al contrario: están aquí para crecer y multiplicarse. Están redefiniendo el marketing relacional, abriendo nuevos canales para crear y desarrollar relaciones duraderas con los clientes, capaces de evolucionar de forma granular y personalizada para cada uno de nosotros, según nuestro estado de ánimo o las etapas de nuestra vida.
Las empresas que adopten estas tecnologías verán mejoras increíbles en la comunicación con los clientes, la personalización de ofertas y la gestión de programas de fidelización. A medida que las innovaciones tecnológicas continúan evolucionando, el futuro del marketing relacional promete estar cada vez más integrado en nuestra vida diaria, de una manera mucho menos "aterradora" de lo que nos puede parecer ahora.
Tendremos amigos reales y "sintéticos". Entre estos, "amigos" que pueden vendernos servicios y productos, y quizás dejen de hacerlo molestándonos a todas horas del día y de la noche, pero nos ayudarán en las decisiones de compra comunicándose con nosotros.