Ah, el realidad virtual! Llevamos años hablando de ello, pero los tiempos de madurez de esta tecnología parecen no llegar nunca. De hecho, a veces parece que nunca volverán a aparecer: una década después del inicio del revuelo, los cascos de realidad virtual siguen mostrando limitaciones obvias.
¿Tenemos cables voluminosos? Sí, Playstation VR 2. ¿Y objetos pesados en la cara? Por supuesto, Meta Quest 2. Ni hablar de los precios. Cada dispositivo tiene su punto fuerte, pero ninguno cubre del todo nuestras necesidades.
Auriculares VR funcionales, un espejismo
Al consumidor medio le gustaría disponer de cascos de realidad virtual que ofrezcan gráficos de consola, que sean inalámbricos, ligeros, cómodos y que no se sobrecalienten. Y no querrían pagar más de 300 euros. De momento es una utopía.
Los ingenieros deben lidiar con la óptica, el rendimiento, el peso, la forma, la eficiencia y el precio. Factores que muchas veces entran en conflicto: mejoras un aspecto y comprometes otro. Ejemplos de lentes “Pancake”, que reducen el tamaño de los espectadores pero requieren pantallas más brillantes y baterías más eficientes.
Sin embargo, aunque el alcance es corto, todavía existe un gran interés en torno a esta tecnología.
¿El futuro? Perfecto. Casi.
A pesar de sus limitaciones actuales, la realidad virtual tiene un gran potencial. Los cascos de realidad virtual presentan desafíos tecnológicos más complejos que cualquier otro dispositivo electrónico, pero eso no impide que soñemos con un futuro en el que se superen estas imperfecciones.
Teniendo en cuenta el ritmo actual de desarrollo tecnológico en el campo de los cascos de realidad virtual, podríamos ver grandes avances en los próximos 5-10 años. Sin embargo, lograr la perfección absoluta en todas las áreas necesarias (resolución, duración de la batería, peso ligero, etc.) puede llevar más tiempo. tal vez 15-20 años o más. En enero se publicó un pequeño ensayo que considero muy interesante sobre el tema, Lo enlazo aquí.
Sin embargo, seguir este camino de crecimiento y progreso es sumamente fascinante. Al fin y al cabo, esta es una de las razones por las que, a pesar de sus imperfecciones, la realidad virtual sigue emocionándonos después de tanto tiempo.