La ciudad alemana de Friburgo, al sur de Stuttgart, ha inaugurado el primer carril bici de Europa cubierto por paneles solares. Una novedad que augura un buen futuro para las energías renovables.
Para bien o para mal, Alemania Uber Alles
En materia de energía, sólo puede ser la "locomotora" alemana la que catalizó la atención de los medios sobre el tema de las energías renovables.
Primero el renunciar a la energía nuclear, con el cierre de las últimas 4 plantas (discutido por las posibles consecuencias energéticas asociadas al conflicto en Ucrania). Entonces la apelación, con suerte temporal, al carbón. Ahora, la opción de acelerar tanto como sea posible, cruzar la meta de cero emisiones 5 años antes, en 2045.
En este contexto, un proyecto innovador y sostenible como este carril bici es recibido con los brazos abiertos y establece otro récord de categoría para la Alemania verde (aspirante).
Un pequeño carril bici para los alemanes, un gran pionero para Europa
Es un tramo pequeño, nada enorme. como en Arabia Saudita: Con sólo 300 metros de longitud, el carril bici está formado por más de 900 paneles solares de vidrio translúcido producidos por Solarwatt, capaces de generar 280 MWh de energía solar al año.
¿Cosa más importante? Los módulos utilizados en el proyecto del carril bici han obtenido la aprobación técnica general del Instituto Alemán de Tecnología de la Construcción (DIBt). Esto significa que se pueden utilizar sin restricciones tanto para proyectos públicos como privados, sin necesidad de realizar pruebas caso por caso.
Sin embargo, más allá de las cifras de este proyecto piloto, es de crucial importancia identificar la manera de replicar soluciones como estas en Europa (probando empresas y procesos que no dependan de otros continentes).
Hay un retraso importante para cubrir
En países como Corea del Sur, proyectos fotovoltaicos de este tipo llevan años operativos. Entre las ciudades de Daejeon y Sejong existe el carril bici fotovoltaico más largo del mundo: 9 kilómetros por 4 metros de ancho, y energía para 600 familias.
Si otras ciudades siguieran el ejemplo de Friburgo (que además cuenta con el tercer estadio del mundo con cobertura solar) podríamos asistir a una auténtica revolución en el mundo de los carriles bici y la energía solar.