Hay un nuevo gladiador en la arena del Coliseo, pero no es "hispano": viene del espacio. Se llama Sípeah (Sistema de Protección y Educación del Patrimonio Arqueológico). En resumen, es un sistema revolucionario que utiliza drones, datos satelitales y tecnologías de teledetección para mantener perfecto el monumento histórico romano.
Un salto al futuro para la preservación del pasado
Para dar vida a esta aventura de alta tecnología, el Parque Arqueológico del Coliseo se dio la mano a diversos campeones del sector científico y tecnológico. Entre ellas, el Politécnico de Milán, la Universidad La Sapienza de Roma y la rama científica de la Universidad Federico II de Nápoles. Arqueólogos, ingenieros, arquitectos, geólogos y restauradores se han unido para crear un formidable equipo al servicio de nuestro patrimonio. Esta es la fase final de una mesa técnica activa desde hace 4 años, en la que también participan la Agencia Espacial Italiana (ASI), el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) y el Instituto Superior de Investigación y Protección del Medio Ambiente (ISPRA). .
Los guardianes celestes del Coliseo: bienvenidos a la era de los drones y los satélites
La plataforma Sypeah representa una joya tecnológica para la gestión del patrimonio arqueológico y natural del Parque. La plataforma, como se ha mencionado, se basa en tecnologías innovadoras como la teledetección, el uso de datos satelitales y drones que permitirán evaluar los riesgos asociados al Coliseo. Grietas, derrumbes, daños estructurales, todo estará bajo la atenta mirada de la tecnología. Y también garantizará intervenciones más oportunas y específicas, con los calendarios necesarios para garantizar la gestión de toda la zona.
Sypeah es un baluarte contra i cambio climático y condiciones climáticas adversas, y el "modelo Coliseo" podría aplicarse a otras joyas italianas, pienso principalmente en la Torre de Pisa, para preservar su belleza y mantenerla "en forma" para las generaciones futuras.
Qué maravilloso ver cómo lo antiguo y lo moderno no sólo pueden coexistir, sino también colaborar de una manera tan fascinante. El Coliseo “dio la bienvenida” (por así decirlo) a sus últimos gladiadores hace miles de años, pero su batalla por la conservación apenas comienza.