En Brossard, un suburbio de Montreal, Canadá, la utopía y la distopía se encuentran para el futuro. Han comenzado las pruebas en el primero de una serie de semáforos "educativos" que premian sólo a quienes respetan los límites de velocidad. ¿Elegante? ¿Feo? 50% y 50%? Cosas similares se vienen viendo desde hace un tiempo también en Europa, pero este modelo alcanza la excelencia.
Conoce a FRED
Para los amigos, su nombre es FRED. Para los amantes de las siglas, en cambio, es el "Feu de Ralentissement ÉDucatif". En resumen, estos semáforos inteligentes permanecen en rojo hasta que detectan la llegada de un coche, pero no para todos: sólo encienden la luz verde si el coche circula a una velocidad adecuada.
Los conductores imprudentes se ven obligados a detenerse por más tiempo y quizás (dicen los desarrolladores) a reevaluar sus opciones de estilo de vida.
Los semáforos amigos de las escuelas
Las autoridades instalaron el primero de los semáforos FRED cerca de una escuela, en una zona en la que los conductores tendían a pisar el acelerador demasiado fuerte.
El alcalde Doreen Assaad deja saber que las pruebas durarán en total 3 meses, pero los primeros días ya han dado señales interesantes: antes de la instalación, la velocidad media era de 40 km/h: ahora ha bajado a 29 km/h.
No está mal, si se tiene en cuenta que la velocidad es la responsable directa de al menos el 25% de los accidentes en el tráfico urbano.
El potencial de los semáforos inteligentes
Hemos hablado de ello en varios artículos: los semáforos también serán útiles en la posible próxima era de los vehículos autónomos. Es más, adquirirán nuevos "poderes", y no me refiero sólo a los infames "cuarta luz“: además de la seguridad vial, se convertirán en centros valiosos para recopilar datos sobre el tráfico, la contaminación y otros factores. Dentro de muchos años podrían incluso, debidamente equipados, crear mapas 3D de carreteras en tiempo real, ayudando a realizar “gemelos virtuales" Algunas ciudades.
En resumen, los semáforos del futuro acabarán convirtiéndose en auténticos "ganglios linfáticos" del "sistema circulatorio urbano".
Por ello, los FRED podrían suponer un paso adelante en la promoción de una conducción más responsable y segura, especialmente en zonas residenciales. Tal vez configurado para la movilidad aún más inteligente: por ejemplo, regulando el tráfico en función de parámetros como el estado de las carreteras o las condiciones meteorológicas.
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