Si conocéis los antecedentes (los resumiré de forma muy concisa para los pocos que aún no lo saben), Google ha acelerado sus proyectos de difusión de la inteligencia artificial que está desarrollando. Lo hizo, independientemente de lo que digan los expertos y aspirantes, sólo por dos razones: primero, contrarrestar el rápido ascenso de OpenAI (y Microsoft) mediante el lanzamiento de ChatGPT y su integración en el buscador Bing. Segundo, lee el primero. Durante su evento anual de lanzamiento de I/O en San Francisco, el gigante de los motores de búsqueda presentó al mundo su visión de la búsqueda integrada con IA. Una visión que, al parecer, podría socavar la industria del periodismo digital desde sus raíces.
El pez gordo toma el campo
La nueva interfaz de búsqueda de Google, impulsada por IA y llamada “Experiencia generativa de búsqueda” (SGE), introduce una función llamada “Instantánea AI”. Básicamente, es un gran resumen que se muestra en la parte superior de la página de resultados de búsqueda. Pregunte, por ejemplo: “¿Por qué el donut glaseado sigue siendo tan popular?” (nota: nunca escribas artículos a la hora del almuerzo) y antes de llegar a los habituales enlaces azules, Google te proporcionará un resumen generado por un modelo de lenguaje grande (LLM, para ser precisos).
¿Qué está en juego para el periodismo?
Si esta innovación le parece inofensiva, sepa que a menudo lo que buscan los usuarios es un simple resumen o fragmento de información. No lo digo yo, lo dicen ellos. Varios estudios en el campo. Sin embargo, con Google que alberga alrededor del 91% de todo el tráfico de búsqueda, (fuente: SimilarWeb en abril), existe el riesgo de que esto te conviertes en un coloso sinónimo de internet. Internet es un mercado, y Google podría volver a convertirse no sólo en el mayor regulador, sino también en el deus ex machina.
¿Qué arriesga el periodismo? Mucho. Si Google comienza a triturar el trabajo original para ofrecer a sus usuarios una versión destilada, sin siquiera vincularlos a la fuente, ¿cómo monetizarán los editores su trabajo? Actualmente no está claro si Google planea compensar a los editores por el contenido de alguna manera. resumido y revisado por su inteligencia artificial.
¿Qué pueden hacer los editores?
Para abordar este problema, es posible que los editores deban adoptar estrategias de SEO más sofisticadas, diversificar sus fuentes de tráfico o trabajar con Google para encontrar una solución equitativa. El mundo de la publicación no es ajeno a desafíos similares: en el pasado, las tensiones entre Google y la industria editorial han dado lugar a nuevas políticas y prácticas. Creo que es necesario: la segunda fase de un proceso tan destructivo implicaría que ya nadie administrara un sitio de noticias, excepto algunos grupos interesados, ya que nunca podrán mantenerlo financieramente. Y en ese momento Google no haría nada con un modelo que encuentra información... en ausencia de información.
Mientras tanto, en una reciente declaración de un portavoz Google dijo que la compañía está presentando esta nueva experiencia como un experimento para "ayudarnos a iterar y mejorar a medida que incorporamos comentarios de los usuarios y otras partes interesadas".
¿Qué pasa con los honorarios de los editores?
"No tenemos planes de compartir esto, pero continuaremos trabajando con el ecosistema más amplio". Si eres capaz, interpreta esta respuesta por mí. Para mí es una falta de respuesta. El futuro de la industria del periodismo en un mundo cada vez más dominado por la IA es incierto. Pero una cosa está clara: el acceso justo y transparente a la información es un derecho fundamental. Si Google quiere permanecer fiel a su objetivo de maximizar el acceso a la información, debe encontrar una manera de equilibrar la innovación tecnológica con el respeto por el trabajo de los editores y el derecho de los lectores a acceder a información de alta calidad.
Si no, OpenAI será el menor de sus problemas.