Hay una escuela en Nigeria que ha encontrado una forma ingeniosa de abordar el problema de los residuos plásticos y promover la educación al mismo tiempo. Allá Escuela Internacional Morit, situada en Ajegunle, una zona densamente poblada de Lagos, ha puesto en marcha una iniciativa que permite a los estudiantes pagar sus tasas escolares con botellas de plástico. Una iniciativa que no sólo ayuda a mantener limpio el medio ambiente, sino que también promueve la concienciación sobre la importancia de un estilo de vida sostenible. reciclaje y la reducción de residuos plásticos.
Cómo funciona el programa
A través de este programa, los estudiantes pueden traer al menos 20 botellas de plástico por trimestre para cubrir su matrícula. La escuela se ha asociado con una empresa local para recolectar y reciclar botellas de plástico. Luego se seleccionan, limpian y transforman en productos útiles como telas, muebles y materiales de construcción. El fundador de Escuela Internacional Morit, Patricio Mbamarah, abrió esta escuela como una forma de devolverle algo a la sociedad. Consciente del creciente número de niños que no asisten a la escuela en su comunidad, ha decidido mantener las tasas de matrícula lo más bajas posible. Sin embargo, incluso con estas tarifas reducidas, se dio cuenta de que las familias todavía tenían dificultades para pagar.
A pesar de las dificultades financieras iniciales, la determinación de Mbamarah de garantizar una educación accesible para los niños de su vecindario nunca flaqueó. Buscando nuevas soluciones para la recaudación de fondos, creó la Proyecto Educativo Recicla Paga, un proyecto sostenible que permite a los padres pagar la matrícula escolar de sus hijos utilizando botellas de plástico, en base a su experiencia personal y habilidades de reciclaje.
Reacción de la comunidad en Nigeria
una mamá, Ijeoma Obiora, no creía que fuera posible que una escuela aceptara tarifas en forma de botellas de plástico. Hoy, su hija de 13 años asiste felizmente a Morit International School. “La escuela es excelente para mi hija, que ahora está en JSS 1 (el equivalente a sexto grado). Económicamente, me quita la ansiedad de tener que educar a mi hija con un presupuesto limitado”, afirma. “Hoy en día, lo primero que hago cuando veo una botella de plástico tirada es recogerla. Ni siquiera lo pienso dos veces, lo único que se me pasa por la cabeza es recoger basura para llevarla al colegio”.
Los estudiantes, los padres y el gobierno local han expresado entusiasmo por el programa. Según la dirección del colegio, la iniciativa logró concienciar a niños y padres sobre la necesidad de reciclar más y utilizar menos plástico. El proyecto también facilitó que las familias de bajos ingresos cubran los costos de la educación de sus hijos.
El gobierno del estado de Lagos ha prometido su apoyo a la campaña de la escuela para reducir los desechos plásticos.
Conclusión
Morit International School en Nigeria nos muestra que, con una pizca de creatividad y determinación, es posible encontrar soluciones innovadoras para resolver problemas complejos. Bien, bien, bien, bien.